Cuatro ha convertido el ‘coach’ en su formato estrella para los viernes por la noche. La cadena se ha propuesto “enseñar” a los espectadores de todas las edades y condiciones.
Este viernes, 9 de abril, ‘Soy adicto’ llega a Cuatro. Se trata de un nuevo coach para rehabilitar a 10 jóvenes adictos.
Presentado por Quico Taronjí, ‘Soy adicto’ es el último programa que la cadena estrena con el objetivo de “mostrarnos el camino”, pero el afán por “educarnos” ha estado presente desde la puesta en marcha de Cuatro.
Así, ‘Supernanny’ ha intentado ayudar a muchos niños rebeldes y también, a sus padres. Rocío Ramos-Paúl se ha colado en nuestros hogares para aconsejarnos sobre los hábitos diarios de la familia, la alimentación o el reparto de responsabilidades.
Aunque si las enseñanzas de ‘Supernanny’ no han llegado a tiempo y no podemos controlar ya a nuestros hijos, será el ‘Hermano mayor’ el que nos ayude. Pedro García, ex campeón olímpico de waterpolo, ha recorrido el país para mejorar la convivencia de aquellos padres con hijos rebeldes. Hemos visto jóvenes violentos, mal educados, cuyo único objetivo en la vida es hacer “lo que les de gana”. Pero Cuatro se ha colado en sus casas y les ha hecho ver (o al menos lo ha intentado) que ese no era el camino.
Otra situación bien distinta es que nuestra hija se quede embarazada a una edad temprana. Para estos casos, Cuatro emitió ‘Madres adolescentes’, cuyo objetivo era “orientar a madres jóvenes e inexpertas en el cuidado de sus hijos”.
Cuatro ha convertido el prime time de los viernes en su noche educativa. Con ‘Ajuste de cuentas’, Vicens Castellano ha enseñado a las familias a reconducir su situación financiera. Raquel Sánchez Silva ha rebuscado en la basura para aconsejarnos que seamos más ecológicos en ‘¡Qué desperdicio!‘; y con ‘Soy lo que como‘ Cuatro se propuso mejorar los hábitos alimenticios y trasladar pautas de vida saludable.
Y relacionado con la alimentación Cuatro emitió ‘Oído Cocina’, que junto a la Fundación Intervida, trataba de dar una oportunidad a 15 jóvenes con un pasado difícil. El objetivo era crear un restaurante para que los protagonistas pudieran trabajar y cuyos beneficios se destinarían a atender a otras personas desfavorecidas. Y así fue. El restaurante, ‘Loqui Loha’ (Lo quiero, lo hago), se puso en marcha en el centro de Madrid, pero ya ha cerrado.
La noche de los viernes se cierra siempre con ‘Callejeros’, una forma, quizá, de mostrarnos cómo podemos acabar si no seguimos los consejos de los coach de Cuatro.