Negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Son las cinco fases, definidas por un equipo de expertos, por las han de pasar las personas allegadas a un fallecido para aceptar su pérdida. Sin embargo, en el Seattle Grace las cosas son bien distintas. En la última entrega de Anatomía de Grey, dejamos a George O’Malley e Izzie Stevens entre dos mundos, debatiéndose entre la vida y la muerte. Uno de los dos ha muerto y hoy, los que eran sus compañeros, deben asumirlo. Pero el rigor médico y la urgencia por decidir si se donarán los órganos del fallecido chocarán con los contradictorios sentimientos de enfermeros, residentes y cirujanos.
Mientras, la rutina en el hospital no se detiene, y los nuevos casos del Seattle Grace se sumarán a los problemas personales que sus trabajadores arrastran desde la temporada anterior. Cristina y Owen son incapaces de controlar sus impulsos, en contra de los consejos de la psiquiatra de éste. Bailey debe afrontar su nueva vida lejos de su marido, al que renunció para salvaguardar su carrera. Y Lexie, por el contrario, tiene que decidir si acepta la proposición de Mark de irse a vivir juntos. Además, Webber se ve contra las cuerdas cuando los directivos del hospital le ofrecen a un compañero su puesto como jefe de cirugía.
Todos han de despedirse para siempre de uno de compañeros, y asumir las intermitentes ausencias de otros empleados del hospital. Ellen Pompeo, encargada de dar vida a Grey, tendrá un papel más secundario en esta nueva entrega debido a su embarazo en la vida real, mientras que Katherine Heigl también dejará temporalmente su papel como Izzie para volcarse en sus proyectos cinematográficos. Pero las grandes novedades de esta sexta temporada de Anatomía de Grey no se deben sólo a la marcha de algunos de sus intérpretes, sino a la llegada de otros tantos. La fusión del Seattle Grace con su hasta ahora mayor competidor, el Mercy West, no sólo traerá tensiones entre los empleados y algún despido, sino también nuevas incorporaciones a la actual plantilla.
Nora Zehetner (Héroes, Everwood) será la doctora Reed Adamson, una profesional que se preocupará realmente de los pacientes, mientras que la fusión de ambos hospitales distraerá la atención de los demás doctores. Jesse Williams (Beyond the Break, Greek) dará vida al doctor Jackson Avery, un cirujano seguro de sí mimo y muy competitivo. Su carácter, demasiado agresivo, le propiciará encontronazos con muchos miembros del hospital. Robert Baker (Valentine, CSI, A contrarreloj) interpreta al doctor Charles Percy, un cirujano general que no puede mantener su boca cerrada. Sarah Drew (Mad Men) será la doctora April Kepner, una cirujana muy insegura que tratará de anular a Lexie. Y Kim Raver (Mujeres de Manhattan, 24) dará vida a la doctora Teddy Altman, una vieja conocida del doctor Hunt que desestabilizará la relación de éste con Cristina.
Además de las nuevas incorporaciones, el Seattle Grace recibirá a la doctora Addison, que volará desde Los Angeles hasta Seattle para visitar de nuevo a los que fueron sus compañeros. A su llegada, el hospital que encontrará será muy distinto al que dejó en su día. La muerte de uno de sus empleados, la constante tensión entre los miembros de los dos antiguos hospitales, la estricta y cada vez más desquiciante gestión de Webber… Nada es lo mismo en un Seattle Grace cuya tripulación navega sin rumbo. Sin embargo, en mitad de la penumbra siempre habrá un hueco para la esperanza y el amor. Dos bodas, una de ellas muy fuera de lo común, alumbrarán una temporada difícil para todos los protagonistas de Anatomía de Grey.
El estreno de la sexta temporada fue seguido por 16,5 millones de espectadores, con un 18% de cuota de pantalla en el target comercial, convirtiéndose en lo más visto de ese día en Estados Unidos. En esta sexta temporada podremos, además, ver el debut en la dirección de Chandra Wilson, encargada de dar vida a la Doctora Bailey, que se ha atrevido a ponerse detrás de la cámara para hacerse cargo de uno de los nuevos capítulos.
Buen duelo (6ª temporada)
Los trabajadores del Seatle Grace tendrán que hacer frente a la pérdida de uno de sus compañeros. La madre del fallecido llegará al hospital para identificar a el cadáver, preparar el funeral y enfrentarse además a la difícil tarea de decidir qué hacer con sus órganos.
Mientras tanto, el doctor Hunt amputa un miembro a un paciente y éste entra en depresión. No será el único mal trago para Hunt, ya que más de un compañero le hace responsable de la decisión de O´Malley de ingresar en el ejército.