Vuelve Hermano Mayor. La tercera etapa del programa regresa a Cuatro con una ambiciosa propuesta después de dos temporadas de éxito. Hermano Mayor se renueva para mostrar nuevos conflictos familiares desde una perspectiva inédita y con mayor presencia de Pedro García Aguado, el conductor y terapeuta del programa.
Como en ediciones anteriores, el programa producido por Plural Entertainment abordará las vivencias de un grupo de jóvenes que se encuentran al límite de su equilibrio psicológico. El coach de Cuatro supone la última oportunidad de reconducir su vida. Pedro García Aguado y sus colaboradores estudiarán cada caso y llevarán a cabo una dura terapia de choque, la única solución para unos jóvenes sin rumbo.
Algunos patrones se repiten: son chicos mayores de edad, no están dispuestos a asumir ninguna disciplina, consideran que su familia está obligada a mantenerles, se comportan de manera agresiva y convierten la convivencia familiar en un auténtico infierno.
La tercera temporada
La nueva edición de Hermano Mayor ofrece una propuesta más ambiciosa respecto a sus predecesoras. Las vivencias de los padres, las reflexiones más íntimas de los chicos y la experiencia del propio Pedro García Aguado serán argumentos fundamentales de estas nuevas entregas.
Como aportación fundamental, conoceremos más a fondo a nuestro coach, Pedro García Aguado. El pasado de Pedro vuelve para ayudarle. Por primera vez, familiares y amigos íntimos hablan de lo que fue para ellos vivir junto a Pedro cuando él estaba inmerso en su infierno personal, con el objetivo de que su experiencia y relato ayude a los chicos a entender lo que significa convivir junto a alguien que está completamente perdido y haciendo sufrir a su entorno. Conoceremos a Marian, la hermana de Pedro, la hermana mayor del Hermano Mayor, que contará cómo vivió su familia todo el proceso. También escucharemos a su entrenador y a sus compañeros de equipo, los que vivieron especialmente cerca el declive del deportista. Su testimonio servirá para ofrecer esperanza: se puede recuperar la paz. Se puede perdonar.
Además, los padres de los chicos van a cobrar un especial protagonismo. Toda la familia es parte del problema y todos deben tener un papel activo en la solución.
Por último, se incorporarán reflexiones de los chicos hechas a través de una cámara que cada joven tendrá para que pueda expresarse libremente, sin la presencia del equipo ni de familiares.
Los casos
- Dada en acogida cuando era aún una niña, fue adoptada más tarde por un matrimonio. Las discusiones con su madre comienzan cuando en la adolescencia se da cuenta de que es distinta y de que le gustan las mujeres. Comienza a culpar a su madre de todo lo malo que le pasa en la vida. Pega a sus padres, los insulta, empuja, agarra del cuello o zarandea…
- Enferma de asma, sus padres abandonaron todo para trasladarse a las Islas Canarias, donde su dolencia era más llevadera. Desde hace aproximadamente cinco años, comenzó a empeorar su comportamiento en casa, momento en el que empezó a tontear con las drogas. Hoy en día, no atiende a razones de ningún tipo, sus padres no pueden hablar con ella por su conducta agresiva.
- Con 18 años, es muy orgullosa y odia a su madre. La culpa de todos sus problemas e insiste en que nunca la ha querido, y considera que la abandonó siendo una niña. El diálogo entre madre e hija es prácticamente nulo y, las pocas veces que hablan sólo puede discutir. Lo único que le interesa es salir con sus amigas y emborracharse.
- Es agresivo y no sabe controlar la rabia. Se cree dueño y señor de la casa, y trata a sus padres como si fuesen sus esclavos. Da órdenes e impone normas, y, si no obedecen, responde insultando y rompiendo objetos. Es tirano, déspota y dominante. Toda su familia sufre su furia.
- Era un hija modélica hasta hace un año, cuando empezó a salir de fiesta sin control. Su arma es el chantaje emocional que hace a sus padres, amenazándoles con irse de casa. Si las cosas no salen como ella quiere, empieza a dar golpes a las puertas o a destrozar los objetos más queridos por su madre.
- Desde muy jovencito se ha dedicado a delinquir para conseguir dinero para sus caprichos. Los pequeños robos pasaron a mayores y ha llegado a tener problemas con la justicia. Las discusiones con su madre son continuas y siempre terminan con insultos, objetos rotos y puertas destrozadas a patadas.