Tras un casting multitudinario, el montañero y piloto leonés ha seleccionado a 6 acompañantes dispuestos a llevar a cabo una aventura que cambiará sus vidas. Una boxeadora, una bailarina, una dependienta de grandes almacenes, un vendedor de teletienda, una joven madre en paro y un buzo cambiarán la rutina de su día a día para viajar a la sabana venezolana, un entorno de gran belleza que esconde peligros insospechados.
El objetivo de la expedición es verdaderamente difícil y peligroso. La preparación debe hacerse en menos de 5 semanas y el programa de entrenamientos es frenético. Acompañan a Jesús Calleja tres buenos amigos y cualificados preparadores que le ayudarán a convertir a los chicos urbanos en escaladores curtidos. Rafa Lomana, César Villanueva y Kike Calleja serán los encargados de las clases de escalada, las lecciones de orientación y las duras sesiones de entrenamiento físico, sin olvidar el psicológico.
Los seis novatos que acompañan a Jesús Calleja en esta nueva expedición titulada, Desafío vertical en la montaña del diablo, deberán ante todo aprender a sobrevivir en uno de los hábitats más salvajes y enigmáticos de la tierra: los tepuis venezolanos.
María, David, Aldana, Agustín, Cristina y Sofía se enfrentarán a una experiencia extrema que cambiará sus vidas y superará todo lo que habían imaginado. Será más duro de lo previsto, requerirá que den lo mejor de sí mismos en todos los aspectos, pero también sacará a la luz algunos rincones oscuros de su personalidad. El miedo, la escasa autoestima o el carácter difícil, no se han quedado en casa sino que los acompañan y componen la parte más incómoda de su equipaje.
En esta nueva aventura veremos cómo los aspirantes se enfrentan a todo tipo de adversidades -lluvias torrenciales, tormentas, hambre, mosquitos-, mientras se convierten en escaladores. Al final, tres de ellos, los más hábiles, acompañarán a Calleja en el rapel más radical del planeta, 980 metros de altura. Y uno de los tres, el mejor valorado, recibirá un espectacular premio: una vuelta al mundo para dos personas preparada a conciencia por el aventurero de Cuatro.
Concursantes
Aladana González Buder, 27 años. Gogó (Madrid)
A Aldana no le preocupa perderse en medio de la selva. Lo que le da auténtico pavor es que cuando la rescaten esté despeinada y sin su maquillaje.
Esta impresionante mujer de más 1’80 m ha sido modelo, bailarina en vídeoclips de reggaetón y gogó. Trabaja por la noche en reconocidas discotecas y reparte el día cuidando su espectacular cuerpo en clases de spinning y kickboxing, junto a su recio novio.
Se define a sí misma como una maniática del orden, hiperactiva y muy competitiva. Le falta paciencia y le sobra carácter. Le tiene miedo a las alturas pero le gustaría superarlo. Para Aldana, Desafío Vertical es “un reto personal, un aprendizaje en toda regla” para convertirse en una experta aventurera.
Cristina Gómez Babio, 18 años. Boxeadora (Madrid)
Estudiante de ESO, tiene 18 años y vive en Vallecas (Madrid). Es una apasionada del boxeo y compite en los cuadriláteros desde que tenía 12 años. El gimnasio es su hábitat natural donde pasa los mejores momentos del día a las órdenes de su entrenador, a quien considera la persona más importante en su vida.
Posee un fuerte carácter y no le tiembla el pulso a la hora de enfrentarse con cualquiera que le lleve la contraria. Agresiva y resistente, sólo flaquea con la falta de agua y comida. Competitiva hasta la médula, está convencida que será la ganadora de Desafío Vertical ya que, según sus propias palabras, participa “para ganar. Para hacer amigos me quedo en el barrio”.
María García Hernández, 22 años. Dependienta (Burgos)
El único ejercicio que ha hecho María últimamente es levantar de la cama a su pequeña hija de dos años, ya que esta jovencísima madre ha tenido que volver a casa de sus padres para poder criar a su pequeña. Atraviesa un difícil momento personal, en el que no encuentra ni trabajo ni pareja. Pese a que asegura ser toda una experta en el lenguaje del amor, tal y como ella misma ha manifestado, se ha “topado con demasiadas mandarinas mientras busca su media naranja”.
María necesita recuperar la confianza en sí misma, por eso está dispuesta a seguir a Jesús Calleja hasta donde haga falta. Busca sacudir su vida, y colgarse a mil metros de altura en la cascada más salvaje del planeta le parece una excelente forma de intentarlo.
Sofía Buchó, 26 años. Dependienta de grandes almacenes (Valencia)
Para superar su fobia a las arañas, a Sofía no se le ha ocurrido mejor idea que apuntarse a Desafío Vertical, y vivir durante un mes en mitad de la selva venezolana.
Pese a su aspecto frágil y refinado, Sofía ha demostrado que es valiente y tiene sentido del espectáculo. Esta dependienta de grandes almacenes, 100% vegetariana, 100% urbana y 200% pija, adora montar a caballo y beber champagne francés con su extenso grupo de amigos.
Alegre, inquieta y soñadora, es tan buena conversadora que no necesita interlocutor para largarse a hablar. Ha viajado poco pero se le dispara la adrenalina cuando piensa en las aventuras que le esperan en el Salto del Ángel.
David Segarra, 25 años. Buzo profesional (Valencia)
David es el yerno que toda madre quisiera tener… bien lejos de su hija. Este guapo buzo profesional arrastra un tormentoso pasado y vive aquejado por unas cuantas deudas.
Pese a todo, es un muchacho con un gran corazón. Disfruta montando en bici y puede presumir de un cuerpo privilegiado. De sonrisa y lágrima fácil, su estado de ánimo cambia demasiadas veces al día. Necesita algo nuevo en su vida y tiene grandes expectativas depositadas en el programa. Simpático y extrovertido, David es una fuente inagotable de frases hilarantes y situaciones divertidas, pero también su carácter volátil pondrá en peligro la seguridad de la expedición y provocará uno de los momentos más tensos de todo el programa.
Agustín Vara del Rey, 31 años. Presentador teletienda y empresario (Madrid)
A este presentador de espacios de televenta sólo hay una cosa que le gusta más que comerse una hamburguesa diaria: comerse dos.
Es el mayor de los concursantes y el más racional. Adicto a su ‘smart phone’ y su ordenador personal, Agustín, a quien sus amigos llaman Hans, dedica todo su tiempo a hacer crecer su empresa de venta de juguetes eróticos por televisión. Con una sonrisa esculpida en las mejores escuelas de negocios de España y Estados Unidos, este yuppie con exceso de confianza y algunos “michelines”, echará de menos sus partidos de pádel, sus tardes de piano y a su queridísima novia. Pero está dispuesto a dejarlo todo por vivir una aventura radical al lado de Jesús Calleja.