A la 01:00h, nuevo reportaje: Con la música a otra parte
El negocio de la música está cambiando. La industria discográfica convencional se tambalea pero los artistas están cada vez más presentes en Internet. Buscan fórmulas de promoción alternativas a las cadenas de radio o televisión y han encontrado en las redes sociales un terreno abonado para hacer amigos y fans. Así llenan sus conciertos. ¿Hacia dónde vamos? ¿Morirá el CD? ¿Existirán sólo las descargas? ¿De qué vivirán los artistas si no es de los derechos de autor? En el reportaje Con la música a otra parte, REC: Reporteros Cuatro tratará de dar respuestas a esas preguntas.
Cambia la relación entre el grupo y su público y también la manera de acceder a la música. Gracias a Spotify, se pueden escuchar de manera gratuita e inmediata 11 millones de canciones con el beneplácito de las discográficas. El sistema cuantifica las escuchas de cada canción y permite a los artistas cobrar por cada click.
Aún así, las descargas y el intercambio de archivos siguen existiendo y se han convertido en el caballo de batalla de los grandes sellos, que han visto reducido en un 70% la venta de CDs en 10 años. El negocio para las grandes multinacionales está ahora en el merchandising, el cobro por derechos de propiedad intelectual o el posicionamiento de su música en series de televisión. Y avisan: no es buena señal que en las listas de superventas no entren artistas jóvenes o emergentes.
La escena comercial se resiente mientras la escena independiente resiste y se refuerza. La tecnología, cada vez más reducida, permite a muchos grupos autoeditarse o grabar en estudios económicos y encuentran en el directo una buena fuente de financiación. Hay más conciertos que nunca. Algunos de estos grupos renuncian a la explotación de los derechos de autor a través de SGAE y optan por otro tipo de licencias, como Creative Commons, que permiten al artista negociar directamente la retribución por el uso de su música. SGAE mientras tanto estudia cómo adaptarse a los nuevos tiempos para garantizar los mismos ingresos o más a sus 98mil socios, a pesar de las críticas y de las opiniones en contra.
Unos dicen que la industria musical se muere; otros que está más viva que nunca. Es un momento de cambio, de transición hacia nuevos modelos de consumo que ponen en jaque el valor del soporte.
REC: Puerto, zona restringida
En el siguiente reportaje de REC, el programa accede a las zonas restringidas de los puertos españoles. El 80% de todo lo que comemos, bebemos, vestimos o usamos entra por los llamados Puertos de interés general. En España, el país de la Unión Europea con mayor número de kilómetros de costa, hay 44 puertos de ese tipo. Esas pequeñas Repúblicas independientes, esas ciudades dentro de otras ciudades, con su propio lenguaje, su propia autoridad, su propia policía portuaria, se están adecuando rápidamente a la realidad de que España está convirtiéndose, por su situación geográfica en medio de las grandes rutas marítimas, en la gran plataforma logística de Europa.
La nueva Ley de Puertos está acabando su tramitación en el Parlamento para adecuarse a esa nueva relevancia estratégica. En el año 2007 utilizaron esos puertos más de 26 millones de pasajeros y por ellos pasaron el 82% de las mercancías que importamos. Casi el 100% de nuestro comercio con el extranjero se realiza a través de sus instalaciones. Pero también, casi toda la droga que entra en España lo hace a través de esos puertos. REC se introduce en el puerto de Barcelona, por donde cada día pasan 2.000 contenedores de mercancías que es imposible de registrar. O se tiene el chivatazo de en cuál de ellos están la droga o no hay nada que hacer. No hace muchos días se logró desarticular en sus instalaciones una poderosa organización de narcotraficantes que operaba utilizando de tapadera una de las empresas del puerto.
REC entra en el primer puerto del Mediterráneo en cruceros de placer para conocer como se maneja una ciudad que vive de los barcos que todos los días arriban a sus muelles.