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La Navidad ha llegado a Los Ángeles, pero los miembros del NCIS continúan envueltos en complejas investigaciones criminales. Para empezar, Callen y su equipo investigan el asesinato de dos hombres por parte de un ex marine de baja por ansiedad. Otro de los casos que tendrán entre manos será el de la muerte de un ingeniero naval y el de un atentado con teléfono móvil.
Trastorno
La Navidad llega a Los Ángeles y un grupo de personas canta villancicos en la puerta de una casa. Tras el sonido de unos disparos, un hombre envuelto en sangre abre la puerta y, tras él, aparecen dos personas asesinadas. El equipo del NCIS descubre que este hombre era un antiguo miembro de la Marina que combatió en Afganistán y que dejó su puesto por problemas de ansiedad. Aunque todo apunta a que es el autor de los asesinatos, algunos detalles no cuadran. Tras continuar con la investigación, Callen y Sam descubren algo relevante sobre el pasado del sospecho. Paralelamente, Kensi acude a su psiquiatra para buscar alguna conexión con estas muertes.
Azar calculado
Mientras investigan el extraño asesinato de un importante ingeniero naval, Sam y Callen reciben una ayuda inesperada: Abby Sciuto (Paula Perrette, Navy: investigación criminal, Satan hates you, Time of your life), una experta forense del NCIS. La doctora está convencida de que el homicidio guarda relación con el modus operandi de “Fantasma”, un asesino en serie que nunca deja pruebas en el escenario del crimen.
Azufre
Ha llegado la Navidad y Hetty ha decidido decorar la oficina. Mientras, Callen y los demás efectivos del NCIS investigan la muerte de un marine que ha fallecido a consecuencia de un atentado con teléfono móvil. A medida que avanzan las pesquisas del caso, los expertos en infiltración descubren que el fallecido y tres compañeros pertenecían a la EOD, una unidad especializada en explosivos destacada en Irak. Los expertos en infiltración trabajan contrarreloj para evitar que una nueva explosión acabe con la vida de otro marine.