A las 22:30h
Una original manera de intentar encontrar pareja, una divertida tarde de playa y champagne, un sorprendente casting de caballos y un exclusivo desfile de lencería, son algunas de las situaciones que forman parte de la agenda de las protagonistas de Casadas con Miami, en la nueva entrega del programa que Cuatro emitirá el domingo.
Tras su viaje a España, María Bravo regresa a Miami con la intención de quedarse una temporada. Se aloja en la casa de invitados de una amiga en Miami Beach, mientras piensa en la propuesta de Marta Vila para tener su primera cita a ciegas. Marta no ha querido contarle cómo es su amigo para que la sorpresa sea aún mayor, pero María está nerviosa y desanimada tras su decepción amorosa con su marido, Jean Dousset -biznieto de Cartier- y no tiene nada claro si acudirá a la cita. Al final decide arriesgarse e ir en busca del amor.
Renata Black quiere una modelo muy especial para el desfile de ropa interior benéfico que su fundación organiza anualmente. A pocos meses de la celebración del evento, Renata está convencida de que por fin ha encontrado a una chica, Lulú, que cumple todas las cualidades para convertirse en la modelo que abrirá el desfile del diseñador japonés Atsuko Kudo. Pero aún falta la última prueba de fuego y el estilista español Martín Llorens somete a Lulú a un importante cambio de imagen.
Ante la insistencia de sus amigas, Marta Vila las invita a participar en su clase privada de baile y pasar una tarde de chicas. En el último momento, la profesora no aparece y acuden al Nikki Beach, el club de moda de Miami Beach, para pasar una tarde de playa, champagne y buena música. La fiesta está garantizada.
Victoria Amory viaja con su familia a la casa de verano de Southampton, en Nueva York, para pasar unos días de descanso. Victoria descubre el placer de pescar cangrejos en familia, actividad que nunca había realizado antes. También sale a buscar la joya ideal para el regalo de bodas de su sobrina. Amory tiene una cita en la exclusiva joyería “Verdura”, famosa por tener las patentes de los diseños que el joyero Fulco Di Verdura le hacía a Coco Chanel.
Uno de los deportes favoritos de Esther Porto es la hípica y para poder practicarlo necesita comprarse un caballo. Esther no quiere uno cualquiera, necesita un ejemplar especial con el que tenga afinidad y para ello no duda en organizar un casting de caballos. Su día a día transcurre entre esta afición y la preparación de un disco con canciones que ella misma ha compuesto. Con el propósito de recibir la opinión de sus amigos acerca de sus composiciones, organiza una velada en casa con su música como protagonista.