Sara, sobrecogida al enterarse de que es hija de una andaluza, decide ocultar la noticia. Ni siquiera se lo cuenta a Albert, que insiste en volver con ella a Inglaterra lo antes posible.
Miguel sufre un fuerte ataque de celos con la llegada del prometido de Sara. Hace todo lo posible por recuperar el amor de la joven pero una confusión lo echa todo a perder.
Antonio, el ingeniero de minas, sale del calabozo y comienza a ganarse a la gente del pueblo, sobre todo a Eugenia, que se queda prendada de él.
Álvaro consigue que Juanito delate a su hermano y al resto de anarquistas a cambio de una cantidad de dinero. Esto provoca en el muchacho un fuerte sentimiento de culpa.