- Un hotel situado junto a la playa del Sardinero, el Cementerio de Ciriego y un inmueble del complejo “Chalets de la Tierruca” son algunos de los enclaves santanderinos que visitan los protagonistas en busca de nuevas pistas
Un vídeo macabro por el propio Javier Durán el que el universitario realiza un ensayo de la matanza que pretende llevar en el campus alerta a Eva y Sóller sobre la implicación de una segunda persona en el crimen múltiple de la universidad. Este hecho, unido a nuevos indicios, llevará a la inspectora jefe de Homicidios y el psicólogo a viajar a Cantabria para investigar el entorno familiar de Durán y reconstruir los acontecimientos que han marcado su último año, en el capítulo de “Homicidios” que Telecinco emitirá mañana martes 27 de septiembre, a partir de las 22:30 horas.
Los escenarios cántabros de “Homicidios”
La trama cántabra de la ficción de investigación criminal tiene como principales escenarios: un hotel junto a la playa del Sardinero, en el que se han alojado el psicólogo y la jefa de una unidad de la Brigada de Homicidos; un inmueble del complejo “Chalets de la Tierruca”, en el que se ha recreado la vivienda habitual de los padres de Javier Durán; el Cementerio de Ciriego, donde se ha rodado la secuencia del entierro del estudiante; así como una casa con espectaculares vistas al arenal de La Arnía, situada en el término municipal de Piélagos, que ha representado la segunda residencia de la familia Durán.
Sóller elabora el primer perfil del Cazador, en “Homicidios”
En este episodio, titulado “Sexo, mentiras y cintas de vídeo”, “verás cómo puedo hacerlo” son las palabras que dirige Javier Durán a su cómplice en un vídeo en el que se graba a sí mismo simulando disparar a las que luego serán sus víctimas. Tras este descubrimiento, Eva y Sóller viajan a Santander donde conocen aspectos ocultos sobre el joven asesino: Javier mantenía una relación conflictiva con su padre, un severo ex-militar que le inculcó la afición a la armas.
Mientras tratan de averiguar quién se esconde tras los asesinatos de Durán y Salvador Fuentes, Sóller reconstruye la escalada de violencia en el último año del estudiante cántabro y Eva constata que el joven acudía regularmente los fines de semana a la sierra de Guadarrama junto a un hombre mayor. Las declaraciones de un testigo y el hallazgo de varios casquillos de bala revelan que el joven efectuaba prácticas de tiro en una zona apartada.
Los resultados del análisis de balística de los casquillos confirman que pertenecen al arma con la que Javier cometió los asesinatos y posteriormente se suicidó, al tiempo que corroboran la presencia de restos de munición de otra arma.
Por otra parte, Alonso y Pablo investigan el asesinato de una stripper tras ser mortalmente apuñalada en el portal de un edificio. A medida que avanza la investigación, los agentes de Homicidios descubren que se trata de un historia de dobles vidas en la que nadie es lo que aparenta ser.
