- En esta última entrega, Rocío Ramos-Paúl se desplaza hasta Jerez de la Frontera para asesorar a una familia que necesita recuperar la tranquilidad por las constantes rabietas de su hijo pequeño
- El coach de Cuatro ha promediado esta temporada un 8,9% de share (1.444.000 espectadores), con un target comercial del 11,6%
- Durante la presente temporada, el programa se ha situado como la segunda opción de las televisiones comerciales en su franja de emisión, por delante de Antena 3 (8,7% y 1.415.000 espectadores) y de La Sexta (5,3% y 853.000 seguidores)
- “Supernanny” ha sido líder de su franja entre los espectadores con edades comprendidas entre 4-12 (12,1%), 13-24 (11,5%) y 25-34 años (16,2%) y ha sido segunda opción en el segmento de 35 a 54 años (10,6%)
Ayudar y asesorar a las familias para mejorar su convivencia con los hijos: ésta es la filosofía de “Supernanny”, el coach más veterano de Cuatro, que mañana finaliza su séptima temporada (22:30 horas) con el caso de unos padres que no pueden controlar las rabietas de su hijo menor, Miguel Ángel, de 5 años.
Patalea, forcejea y lanza objetos: “Supernanny” tratará de poner orden en una familia monopolizada por la atención del más pequeño de la casa
Rocío Ramos-Paúl se desplaza hasta la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera para intentar orientar a una familia que vive continuos momentos de tensión y que no tiene tiempo de disfrutar de su tiempo libre. Miguel Ángel, el hijo menor, consigue que todos estén pendientes de él las 24 horas del día. La madre no deja de perseguirle por miedo a que sufra un accidente. Para el pequeño todo se convierte en un juego y no puede mantenerse quieto: forcejea, pega, da patadas y lanza objetos a quien se interpone en su camino.
Los padres están desesperados: han desatendido a sus hijas mayores,
Vanesa, de 10 años y Mónica, de 11, por atender las continuas demandas de Miguel. Cuando llega la hora de dormir, el problema se agudiza. El pequeño duerme con sus padres y cuando concilia el sueño le pasan a una cuna pegada a la cama. La llegada de “Supernanny” provocará cambios de actitud en la familia, que tendrá que enfrentarse a retos como fomentar la conversación y jugar todos juntos en un ambiente relajado.
La séptima temporada de “Supernanny”, segunda opción de los viernes en su franja de emisión (8,9%) por delante de Antena 3 (8,7%) y La Sexta (5,3%)
La séptima entrega del coach presentado por Rocío Ramos-Paúl, producido por Cuatro en colaboración con Magnolia TV, ha conseguido situarse como segunda opción de los viernes en su franja de emisión con una media de 1.444.000 espectadores y un 8,9% de share, dos décimas por delante de Antena 3 (8,7%-1.415.000) y 3,6 puntos por encima de La Sexta (5,3% y 853.000 seguidores). En el target comercial, la diferencia se ha incrementado: la oferta de Cuatro ha promediado un 11,6% de cuota de pantalla frente al 9% de Antena 3 y el 6,8% de La Sexta.
Además, “Supernanny” ha sido líder de su franja entre las cadenas comerciales en los espectadores con edades comprendidas entre 4 y 12 (12,1%), 13-24 (11,5%) y 25-34 años (16,2%) y se ha situado como segunda opción en el segmento de 35 a 54 años con un 10,6% de share, por encima de Antena 3 (9%) y La Sexta (7,1%).
En lo que respecta al seguimiento por comunidades autónomas, destacan los registros obtenidos en Canarias (11%), Castilla-La Mancha (10,3%), Madrid (10,1%), Valencia (9,7%) y Andalucía (9,6%).
Casos protagonizados por familias monoparentales y padres con hijos adoptados, principales novedades de la séptima temporada
A lo largo de la séptima temporada, “Supernanny” ha abordado casos surgidos en modelos familiares inéditos hasta el momento en el programa: ha ayudado a afrontar una difícil convivencia en una familia que adoptó a tres niños; ha asesorado a una madre que, tras su separación, se ha visto obligada a afrontar en solitario la educación de sus tres hijos, dos mellizas de 3 años y un niño de 5; y ha orientado a una abuela que consentía a sus nietos todo aquello que le pedían, entre otras situaciones.