en ‘Bandolera’
Fernando no puede soportar el desprecio que Sara siente por él. Por ello está dispuesto a romper el compromiso con Teresa. Pero Doña Leonor se saca de la manga un nuevo órdago: o se casa con Teresa o mandará matar a Sara.
Sumido en sus contradicciones, Álvaro besa a Lupe, quien le para los pies de una bofetada.
Tobías se confiesa con el padre Damián y pide hablar con Adela, ya que tiene algo importante qué decirle.
Mario no consigue olvidarse de Adela y mata su mal de amores en la posada. Por su parte, Inés explica a su madre que siente que Mario no la quiere tanto como ella a él. Adela intenta convencerla de lo contrario.
El ilusionista Onofrof, que parece muy interesado por todo lo que rodea al banco, anuncia en el pueblo su inminente actuación en la posada.
Y después
‘El Secreto de Puente Viejo’
Pepa se hace notar ante Felipe y Olmo; ha escuchado lo que han dicho y les da una lección de dignidad. Olmo intenta restar importancia a lo que escuchó Pepa, pero ella sabe que oyó bien: se burlaban de ella.
Emilia y Alfonso anuncian que se van a casar. La noticia es recibida con entusiasmo desigual. Estupefacción generalizada; Emilia teme no ser bien recibida en la familia Castañeda, y más después de todo lo que ha le ha hecho pasar a Alfonso. Sin embargo, en el primer momento de intimidad entre los novios, no terminarán de encontrarse bien a solas.
Olmo ha perdonado por completo la “traición” de Soledad y hablan de la metedura de pata con Pepa cuando llega Rosario; quiere hablar con Olmo y no se moverá de allí hasta conseguirlo.
Raimundo, aunque avergonzado, interviene ante Águeda a favor de su hijo. A partir de ahora Los Mesía proveerán de fruta y verdura a La Deliciosa. Y no será el único movimiento empresarial que realice Águeda, pues ofrecerá a Francisca comprarle tierras para aliviar su complicada situación económica.
Y mientras Francisca está indignada por la oferta de Águeda, a sus hijos no les parece mal vender esas tierras.
Olmo y Águeda tendrán una fuerte disputa por Pepa. Ella, consciente de lo mucho que está alterando el entorno familiar del Jaral aprovecha esa circunstancia para anunciar que ha decidido marcharse de esa casa. No es su entorno, no está a gusto, y está claro que solo ha traído disgustos. A Águeda la noticia le ha caído como un jarro de agua fría.