Los Globos de Oro siempre se han considerado como la antesala de los Oscars. Sin embargo, su apartado dedicado a la televisión apenas se enlaza con los Emmys, los grandes premios de la pequeña pantalla. Les separan más de siete meses en el tiempo pero más que la fecha de entrega de galardones existe una diferencia crucial en cuanto a filosofía y criterios. En los cuatro años que la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión estadounidense lleva empecinada en ‘Mad men’, los Globos de Oro también han dado su reconocimiento a ‘Boardwalk empire’, en la pasada edición, y a una ‘Homeland’ que en la presente ha barrido al resto de sus contrincantes en la categoría de drama.
‘Homeland’, la serie del año
Complicado lo tenían los gángsters de Scorsese para repetir el triunfo del año pasado. Irrumpían en la lista de nominadas los tres estrenos más aplaudidos de la temporada: la impresionante adaptación de la épica ‘Juego de tronos’ de George R.R. Martin, el experimento terrorífico ‘American Horror Story’ y la que finalmente ha salido vencedora esta madrugada del hotel Beverly Hilton de Los Ángeles (‘Boss’ apenas partía con posibilidades). ‘Homeland’ ha sido, sin duda, la apuesta más interesante y adictiva de 2011. El ‘thriller’ de espías ambientado en la era posterior al 11S no sólo le ha dado la gran alegría de la noche a la cadena de cable Showtime sino también a su protagonista, una Claire Danes deslumbrante en su papel de agente de la CIA más humana que perfecta.
No ha corrido la misma suerte su compañero de reparto, Damian Lewis, que también ha cautivado con su papel de ambiguo sargento Brody. El Globo de Oro a mejor actor se lo ha arrebatado a Lewis y al favorito Steve Buscemi el que durante diez años fue más conocido como Frasier, un Kelsey Grammer que se ha convertido en el gran reclamo de ‘Boss’.
La categoría de las mejores interpretaciones secundarias ya venía predestinada. Peter Dinklage encarnando a Tyrion Lannister, uno de los personajes más carismáticos de ‘Juego de tronos’, hacía doblete esta noche tras alzarse también en septiembre con un Emmy. Subía también al escenario una veterana de Hollywood que ha encontrado en la televisión el mejor modo de reinventarse. La Constance de Jessica Lange es el gran acierto, y no son pocos, de la original y arriesgada ‘American Horror Story’.
Portazo a ‘Glee’
En el apartado de comedia, los Globos de Oro han abierto por fin los ojos a ‘Modern family’ después de dos años consecutivos obsesionados con ‘Glee’, una propuesta que si bien resultó novedosa en su estreno se convirtió rápidamente en un argumento previsible y sin demasiado sentido. Pero la puerta se ha abierto muy tímidamente para la comedia de la ABC, ya que ninguno de sus actores, tan sólo Eric Stonestreet como secundario, estaba nominado a la mejor interpretación.
A pesar de los grandes nombres que ocupaban la categoría de mejor actuación en comedia, como Alec Baldwin (‘Rockefeller plaza’), Laura Linney (‘Con C mayúscula’) o la aplaudida Zooey Deschanel (‘New Girl’), la palma se la han llevado Laura Dern por su papel en ‘Iluminada’ y el ‘Friend’ Matt LeBlanc por interpretarse a sí mismo en ‘Episodes’.
Nuevo tanto para ‘Downton Abbey’
Como ocurriera con los Emmys, las miniseries han contado este año con un inusitado interés. El morbo de la batalla entre ‘Mildred Pierce’ y ‘Downton Abbey’ se ha saldado de la misma forma que en los galardones de la Academia de televisión. Kate Winslet se alzaba con una nueva estatuilla para añadir a su variado repertorio y la serie británica se afianza como una de las grandes revelaciones de la temporada, claramente beneficiada por su inclusión en el apartado de ‘TV Movie’.
La gran pregunta que cabe hacerse tras la ceremonia de anoche no es si los galardones estuvieron o no acertados, aunque en general la mayoría de espectadores habrá quedado contenta, sino a qué esperan las cadenas españolas para emitir la que a todos ojos es la serie del año. Recién galardonada con el Globo de Oro a la mejor serie dramática, ‘Homeland’ sigue a día de hoy sin un canal que la de a conocer en nuestro país.
Pol Morales