Pol Morales

Dicen que la revista ‘Muy interesante’ multiplica el número de lectores en agosto. Sus responsables aprovechan el mes más tórrido del año para destacar en portada un reportaje sobre sexo que acompañe a la sugerente imagen de un cuerpo semidesnudo. La estrategia funciona a la perfección y la publicación sobre ciencia consigue disparar sus ventas de forma espectacular.

 

Los directivos de Cuatro hace tiempo que aprendieron la lección y no dudan en utilizar el reclamo sexual para remontar las audiencias. El último ejemplo lo encontramos en los nuevos éxitos de su parrilla, uno que aborda el asunto de manera directa (‘Sex academy’) y otro que no ahorra en detalles explícitos (‘¿Quien quiere casarse con mi hijo?’). La cadena de Mediaset se ha convertido en la más caliente de la televisión española y así lo demuestran algunos de los hitos que han pasado por su programación.

 

After Hours

Una de las grandes revelaciones de ‘Fama, ¡a bailar!’ fue sin duda el coreógrafo y profesor de baile Rafa Méndez. Imposible no aprovechar su tirón y desparpajo para otros proyectos televisivos, que además podían y debían explotar su lado más ‘hot’. Cuatro no dudó en otorgarle al presentador un nuevo formato en ‘late night’ para que explorase las prácticas sexuales más extremas.

 

Dogging, cruising, bukkake… Rafa Méndez nos adentró sin tapujos en el sexo más desconocido. Señores que disfrutaban asfixiándose con el trasero de fornidas mujeres, señoras que mantenían relaciones con desconocidos en un aparcamiento, encuentros sexuales en las profundidades de un parque. Nada se le resistía al carismático presentador, al que incluso dotaron de una cámara nocturna en la cabeza para que le resultara mucho más fácil la investigación de campo.

 

‘After hours’ se estrenó el 1 de febrero de 2010 como experimento, con sólo cuatro programas grabados, pero enseguida se convirtió en un éxito para la noche de los lunes. Su debut alcanzó un notable 10,6% que aumentó hasta el 13% en su última entrega, con lo que pronto se aseguró una segunda temporada. El cambio de día de emisión, primero a los miércoles, luego a los viernes, hizo caer su audiencia a menos de la mitad, de manera que las andadas de Méndez en el mundo de la noche apenas alcanzaron el año de vida.

 

Bagdad, el imperio de los sentidos

La misma productora de ‘After hours’, Pulso TV, colocó en la parrilla de Cuatro un nuevo programa de alto voltaje sexual, esta vez dedicado a la mítica sala ‘Bagdad’ de Barcelona. Aprovechando el 35 aniversario del local porno, Juani, su carismática dueña, nos enseñó los entresijos del negocio y el proceso de selección de nuevas estrellas para sus diferentes espectáculos.

 

El casting era uno de los platos fuertes del ‘docu-reality’, que mostraba sin tapujos, pero con píxeles, las durísimas pruebas que debían superar los aspirantes. El jurado, formado por grandes nombres de la industria del porno como Nacho Vidal, no se andaba con sutilezas. Las mujeres debían demostrar erotismo y flexibilidad y los hombres, por descontado, mucha resistencia y virilidad. Más de un candidato salió del programa con el orgullo herido.

 

‘Bagdad, el imperio de los sentidos’ se estrenó en la cadena sin mucho bombo promocional, pero era de esperar la buena acogida de la audiencia. El primer día debutó tras un especial ’21 días en el mundo del sadomasoquismo’ (espacio que comentaremos a continuación) con un 9,4%. La cifra fue en aumento en las siguientes tres emisiones, pero el contenido del formato no tenía capacidad para alargar el éxito. La fiesta del 35 aniversario del Bagdad puso punto y final a otro de los grandes aciertos de Cuatro.

 

21 días en la industria del porno

La noticia de que Samantha Villar iba a vivir la experiencia de 21 días en el mundo del porno generó enseguida un interés inusitado en la red. Muchos pensaron que la emisión supondría un enorme gatillazo tras la expectación creada, mientras que no fueron pocos los que llegaron a pensar que la periodista se metería en la piel de una actriz porno para experimentar el asunto en primera persona (ella misma promocionó el programa con la frase “Como no es lo mismo contarlo que vivirlo, voy a hacer porno durante 21 días”).

 

Finalmente, se cumplieron los presagios más realistas y en los minutos finales del programa comprobamos que la tarea pornográfica de Villar consistió en rodar una escena como directora. Samantha tuvo que salir al paso de las críticas. “Habría gente que esperaba que fuese a hacer un ’21 días’ como actriz, pero hay muchos modos de hacer porno”, comentó la periodista el día después. No dedicó mucho tiempo a las lamentaciones, puesto que la emisión el lunes 25 de enero de 2010 otorgó récord histórico al programa con un 18,4% de audiencia y casi dos millones y medio de espectadores.

 

La audiencia, sin embargo, no picó el anzuelo dos veces. El nuevo rostro de ’21 días’, Adela Úcar, se introdujo en el mundo del sadomasoquismo unos meses más tarde y ya nadie esperó verla en el papel de esclava. Ejerció de dominatrix, dando cuatro latigazos a un sufrido cliente, y el espacio obtuvo unos resultados menos boyantes: 9,4% de ‘share’.

 

Sex Academy

El espacio se vio afectado directamente por la repentina salida de Mediaset de Nuria Roca, el que durante meses iba a ser el rostro del nuevo ‘docushow’ sexual de Cuatro. Cuarzo, la productora del programa, y la cadena estuvieron barajando posibles candidatos y finalmente la elegida fue la sexóloga Marián Frías, sin duda, uno de los grandes aciertos de ‘Sex Academy’.

 

Adaptación del formato original danés, el espacio ha tenido una calurosa bienvenida en la privada, que lo programó justo después de ‘Hermano mayor’. Lejos de las propuestas anteriores, ‘Sex Academy’ mantiene el espíritu ‘coaching’ de los viernes y proporciona al espectador prácticos consejos de sexo doméstico. La fórmula ha funcionado a la perfección y el programa logró un espléndido 12% en la noche de presentación de las cinco parejas con problemas de alcoba. Todo indica a que el programa terminará haciéndose un hueco entre marcas de éxito de la cadena como ‘Supernanny’ o el propio ‘Hermano mayor’.

 

¿Quién quiere casarse con mi hijo?

Uno de los fenómenos de la temporada, esta divertida mezcla entre ficción y realidad en la que cinco vástagos buscan pareja con la ayuda de sus madres, no duda en mostrar las escenas más calientes entre los solteros y sus pretendientas (o pretendientes en el caso del bilbaíno Luis Ángel). Pechos, culos, paquetes, morreos y demás se muestran sin miramientos ni tijeras en ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’.

 

La tensión sexual es, qué duda cabe, uno de las claves del éxito de un programa que ya ha firmado para una segunda temporada. No es para menos. El ‘docu-reality’ que conduce Luján Argüelles acumula un ‘share’ del 10,1% en sus seis primeras emisiones, muy por encima de la media de Cuatro. Aunque su principal reclamo es el humor, la cadena vuelve a ser consciente con este formato de que el sexo es el condimento perfecto para elevar la temperatura del espectador y, por consiguiente, de los audímetros.

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