Pol Morales
Antena 3 por fin estrenaba anoche su gran apuesta de la temporada. Después de varias semanas jugando al gato y al ratón con Telecinco, el ambicioso programa musical de la cadena de Planeta se enfrentaba finalmente a una gala especial de GH y a al desenlace del fenómeno ‘Quien quiere casarse con mi hijo’. Como era de esperar, el debut de ‘El Número Uno’ ha salido victorioso de la batalla con más del 20% de share, pero sin hundir a su directo competidor, ya que Mercedes Milà salvaba la noche rozando el 18%.
Tras esta primera gala grabada semanas atrás y después de meses de incertidumbre, ya podemos valorar si el programa de Gestmusic ha cubierto finalmente las expectativas creadas y vaticinar el posible éxito o fracaso del formato. La escenografía, la mecánica y la selección de concursantes son sólo algunos de los elementos que quedaban por descubrir y que, sin duda, marcarán el destino de ‘El Número Uno’. Veamos, pues, algunos de los factores que pueden levantar todavía más las audiencias del programa y otros tantos que, por el contrario, podrían perjudicar su andadura.
Sumas
- Un casting de grandes voces
Sin duda, va a ser la gran baza de este concurso musical, que ha decidido apostar por cantantes ‘amateurs’ en vez de jóvenes aspirantes a estrella. La idea no es nueva. El formato de éxito internacional ‘The voice’ basa su éxito en una estudiada selección de candidatos en la que prima más la voz que cualquier otro aspecto. Anoche, la audiencia de ‘El Número Uno’ demostró a través de las redes sociales que avala este nuevo criterio, deshaciéndose en halagos hacia participantes como Meritxell, Roko, Garson o Lady Cherry. Las actuaciones se convirtieron en las absolutas protagonistas del estreno.
- Agilidad en el ritmo
Las galas de presentación suelen ser una carga difícil de llevar, y más cuando son 25 los candidatos a entrar al programa. Anoche, los responsables de ‘El Número Uno’ consiguieron salvar la situación encadenando las actuaciones de dos en dos con vídeos rápidos y ágiles del proceso de casting. Aunque la estructura de esta primera gala terminó siendo reiterativa, lo cierto es que el guión apenas dejó tiempo para el aburrimiento. Todo un acierto reducir la duración del programa a dos horas.
- Un jurado profesional
No sabemos muy bien todavía cuál será la función de este elenco de cinco grandes profesionales de la música en el programa, pero lo cierto es que la presencia de rostros tan mediáticos como los de Miguel Bosé o David Bustamante contribuye a no cambiar de canal. La explotación de un jurado tan potente quizá no sea la más afortunada, lo veremos en el apartado de aspectos negativos, pero a priori proporcionan al formato una imagen seria y creíble.
- La entrega de Paula
Poner a Paula Vázquez al frente de un proyecto de estas características es apostar sobre seguro. La presentadora llevaba semanas calentando motores y la única duda que había es si tanta euforia terminaría jugando en su contra, tal como ocurrió con otra de las grandes apuestas de hace unos años en Antena 3 y que terminó fracasando a las dos semanas, ‘Cantas o qué’. En esta ocasión, la gallega ha estado más comedida, incluso demasiado correcta, pero acorde con la línea blanca y familiar de Antena 3.
Restas
- Una introducción de bajo impacto
Una intensa campaña de promoción como la que ha experimentado estos días ‘El Número Uno’ merecía una entrada más espectacular que una coreografía a lo Giorgio Aresu, más propia de la Antena 3 de los 90 que de la actual (aunque a veces cueste notar el paso del tiempo en San Sebastián de los Reyes). Tampoco era tan complicado ¿Qué tal un número musical por todo lo alto con esas cinco voces del jurado?
- Mecánica improvisada
Esperemos que la participación del público en la toma de decisiones aporte un valor añadido a ‘El Número Uno’ porque, de momento, la sensación que dejó anoche el formato es que se fundamenta en una mecánica improvisada y carente de emoción. Tras un primer blindaje de los concursantes con más valía por parte de los miembros del jurado, hubo una segunda ronda en la que cada uno de ellos salvó a dos candidatos más. Todavía desconocemos el proceso de eliminación y si existirá algún tipo de rivalidad entre los jueces. La revolución de los ‘talent shows’ que nos prometieron con este nuevo concurso apenas hizo acto de presencia.
- Puesta en escena sin espectacularidad
Si echamos la vista atrás al 2001, cuando Gestmusic estrenaba en La 1 ‘Operación triunfo’, comprobaremos que la escenografía era mucho más imponente y arriesgada por aquel entonces que en el programa de anoche. Un escenario circular que no permite jugar con los fondos, una mesa de jurado en forma de pupitre, muy poco imponente, y un cuerpo de baile con el mismo vestuario en todas las actuaciones acercan más la puesta en escena de ‘El Número Uno’ a la de ‘Tu cara me suena’ que a la de grandes formatos como ‘Factor X’ o ‘The voice’.
- Tono blanco, tirando a pastel
Es muy loable el cambio de rumbo de Antena 3 hacia un público más amplio y familiar, pero el discurso de blancura y limpieza que se han aprendido todos sus integrantes comienza a agotar. Un jurado en el que todo son risas, alabanzas y buen rollo se parece más a un grupo de colegas en un bar que al cuerpo de jueces de un ‘show’ televisivo. Los homenajes y autohomenajes alcanzaron su cota más paródica cuando Paula Vázquez afirmó que nunca nadie le había ofrecido un vaso de agua en pleno ataque de tos, que daba gusto trabajar con dos caballeros como Bustamante y Bosé. ¿Qué ocurría en Mediaset, le echaban la mano al cuello?