La vida en los barrios más conflictivos de España, lo más curioso y oculto del mundo de la noche y peculiares formas de vida, son algunos de los ejemplos de las numerosas realidades sociales de nuestro país que “Callejeros” ha dado a conocer a lo largo de su andadura en Cuatro. Mañana viernes el programa celebrará su programa 300 con una entrega especial, de mayor duración respecto a ediciones habituales, sobre el trabajo de la Guardia Civil española en la frontera entre España y Marruecos en “Guardianes del Estrecho”, que la cadena emitirá a partir de las 23:00 horas.
“Callejeros” es, junto a “Cuarto Milenio”, uno de los programas más veteranos de la parrilla de Cuatro y se ha convertido en un referente de los espacios de actualidad gracias a sus principales señas de identidad: cercanía y realismo sin aditivos, que ponen voz y rostro a la calle y a sus “callejeros”. Producido por la cadena en colaboración con Molinos de Papel, acumula en su séptima temporada una media de 1.067.000 espectadores y un 7,6% de share, 3,2 puntos sobre la oferta de La Sexta (4,4%). El programa, que incrementó su share en el target comercial hasta el 9,2%, superó la media obtenida a nivel nacional en Canarias (9,1%), Andalucía (8,6%), Castilla-La Mancha (8,6%), Asturias (8,3%), Valencia (8%), Murcia (7,6%) y el denominado Resto (8,2%).
El trabajo de la Guardia Civil en el Estrecho de Gibraltar
El Estrecho de Gibraltar es la puerta a Europa desde África. 14 kilómetros separan España de Marruecos, uno de los principales países productores de hachís del mundo, circunstancia que implica que esta zona registre una elevada actividad delictiva relacionada con el narcotráfico.
En “Guardianes del Estrecho”, tres agentes de la Guardia Civil vestidos de paisano recorren a pie una zona de costa agreste y apartada de cualquier carretera: “Éste es nuestro trabajo de cada día. Rastreamos toda la costa entre Algeciras y Tarifa para comprobar si hay indicios de que hayan descargado droga”, comenta el agente de mayor rango, que también apunta que “siempre intentan desembarcar en zonas inaccesibles para que les dé tiempo a alijar y transportar la mercancía”. Otro operativo de la Guardia Civil intercepta a una banda que intentaba desembarcar 18 fardos de hachís: “Nos han visto llegar y han salido huyendo”, explica el agente. En total se incautan de 550 kilos, 1.000.000 de euros en droga.
El programa es testigo de la persecución y detención de dos delincuentes que trataban de desembarcar en una playa más de 500 kilos de hachís
El puerto de Algeciras es una de las zonas más utilizadas para introducir droga en España desde Marruecos. A pesar de los numerosos trucos de los traficantes, en el área de cabotaje se interceptan cada año miles de kilos de droga. “Yo no sé de dónde sale esa droga”, asegura Gloria proclamando su inocencia a las puertas del calabozo de la Guardia Civil. La joven, de 23 años, ha sido detenida junto a su acompañante, un hombre de 45 años, cuando varios agentes de la Aduana de Algeciras detectaron droga en el interior de su vehículo.
Este reportaje de Jalis de la Serna -uno de los reporteros veteranos de “Callejeros”- muestra también el trabajo del Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), que controla todo el tráfico marítimo del Estrecho a través de sus pantallas y radares. Cuando localizan una embarcación que podría llevar droga, activan todos los medios necesarios para interceptarla. Gracias a ello, el programa es testigo de la persecución y detención de dos individuos que trataban de desembarcar en una playa más de 500 kilos de hachís. “¡Están tirando fardos por la borda, estamos en persecución!, grita una voz por la radio del coche patrulla. En un primer registro los agentes encuentran un navegador GPS de última generación, los pasaportes de los ocupantes y un teléfono móvil que les sirve para orientarse al transportar la droga desde Marruecos y coordinarse con los que esperan para descargarla. “Llevábamos 17 fardos. ¿Qué le vamos a hacer? Tengo tres hijos y tenía que intentarlo para darles de comer”, se justifica uno de los detenidos.
Los medios más utilizados en el transporte de droga a través del Estrecho
El mundo de la droga mueve grandes cantidades de dinero, lo que hace que muchas personas arriesguen su libertad por conseguir dinero rápido de forma ilegal. Esconder la mercancía en el depósito de gasolina, los dobles fondos construidos en el interior de los vehículos o los parachoques o atravesar la frontera a pie son algunos de los medios habituales que los traficantes utilizan para transportar droga desde Marruecos hasta España y que la Guardia Civil intercepta en los múltiples registros que realiza en la frontera con el país africano.
Los agentes, ayudados por perros adiestrados, tienen una gran pericia a la hora de localizar traficantes. “Éste es un kamikaze. Tal y como viene es imposible que pase por aquí”, comenta un agente mientras levanta las alfombrillas de un coche. En una auténtica obra de ingeniería, los traficantes habían construido un doble fondo en el interior de un coche y lo habían llenado de pastillas de hachís. El Guardia Civil pincha el parachoques con un destornillador y lo huele. “Lleva más droga”, asegura. Tras desmontar el vehículo casi por completo, los agentes hallan 175 kilos de droga. “Suelen darles 10.000 euros por estos pases. A veces no saben ni la cantidad que llevan”, comenta otro agente.
En otras ocasiones, los traficantes no cuentan con un vehículo e intentan introducir la droga a pie por los salones de llegada de pasajeros del Puerto de Algeciras. En esta área, la Guardia Civil selecciona a los viajeros que considera sospechosos y les hace un examen exhaustivo que incluye radiografías para comprobar si han ingerido la droga. Manuel, un extremeño de 50 años, confiesa antes de que le examinen que lleva droga adherida a su cuerpo con esparadrapo: “Me la dio un moro en Ceuta y otro la iba a recoger aquí”, confiesa el detenido. En la misma sala, los agentes detectan a tres magrebíes que llevan la droga en el interior de su cuerpo: “Muchos de ellos se tragan hasta dos kilos de bellotas de hachís. No se dan cuenta del riesgo que corren”, explica un agente.