Pol Morales

Si por algo son conocidos los reportajes de naturaleza de la segunda cadena de TVE es por la asimetría entre el número de personas que afirman visionarlos y las cifras reales de audiencia, que reflejan una predilección por formatos menos ovacionados. Con una ausencia casi total de contenidos científicos en sus parrillas, las televisiones comerciales han puesto en entredicho el interés del público por la ciencia y la tecnología. Hasta ahora.

El pasado 1 de mayo nacía Xplora, el nuevo canal de LaSexta basado en el género documental, y lo hacía con un 1,2% de share, doblando la audiencia de LaSexta 2 e igualando en un solo día a su directo competidor, Discovery Max. Ambas cadenas acab

an de aterrizar y ya despuntan en el gran abanico de opciones de la TDT, por encima de marcas consolidadas como MTV o Paramount Channel. Dos propuestas basadas en producciones de no ficción que buscan acercar el género documental al público joven y que, de momento, parece que lo están logrando con creces.

 

La sorpresa de Discovery Max

Los primeros en apostar por un género hasta ahora marginal en la televisión fueron los responsables de Unidad Editorial, que viendo naufragar su propuesta para la TDT Veo Televisión, decidieron unirse a la estadounidense Discovery para lanzar en nuestro país un canal que aglutine la amplia oferta de contenidos que el gigante de la divulgación científica distribuye por todo el mundo. Nacida el 12 de enero de este mismo año, Discovery Max acumula una media del 1,2% en sus primeros tres meses de emisión.

Aunque la cifra pueda parecer irrisoria, lo cierto es que superar el 1% en un mercado tan saturado como el de la TDT es toda una hazaña que los directivos de LaSexta supieron apreciar. Tras la tímida acogida de su contenedor LaSexta 2, decidieron imitar la fórmula de reportajes y documentales de alto impacto para competir directamente con la editora de ‘El Mundo’. Para ello, Xplora ha echado mano de los grandes rivales de Discovery y ofrece producciones de otras marcas consolidadas como BBC, National Geographic, HBO o Zodiak. Con sólo unos días de vida, el recién llegado ya ha conseguido arañarle espectadores a la competencia, augurando una batalla más que reñida entre ambos canales.

 

Documentales extremos

Sólo hay que echar un vistazo a las programaciones de Discovery Max y Xplora para comprobar de qué ingredientes está compuesta la receta del éxito. Carreteras del infierno, Desafío bajo cero, Urgencias bizarras, Extreme, Supervivencia en pareja, Pesca radical. Son algunos de los nombres que dan título a programas de ambas cadenas y que ya definen el tratamiento que persiguen sus contenidos.

Para llegar a su público objetivo, de entre 25 y 44 años, parece que la oferta tradicional de reportajes de naturaleza que ofrece La 2 no es suficiente. En una época en que los experimentos de Pablo Motos y sus hormigas se consideran ya divulgativos, la ciencia debe pasar el filtro de la espectacularidad para llegar a una audiencia masiva. Ya no basta con mostrar los ritos de apareamiento de una especie en extinción. El lenguaje documental ha ido asumiendo poco a poco los estándares del cine de ficción y ha terminado asumiendo que sólo existe una forma de mantener la atención del espectador: a golpe de efecto.

 

Paul King es productor ejecutivo del programa ‘Bang goes the theory’, que cada lunes congrega a tres millones y medio de espectadores en el horario de máxima audiencia de la BBC One. En una charla organizada recientemente en el Instituto RTVE entre científicos y periodistas afirmó que “para acercar la ciencia a la población debemos olvidarnos del síndrome de la bata blanca y dejar de pensar en los científicos como seres marginados que viven en su torre de marfil”. Ambos colectivos, por tanto, están condenados a entenderse para asumir esta nueva tendencia y evitar que la ciencia siga siendo un producto residual en nuestra televisión.

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