‘Médico de familia’, ‘Un paso adelante’ y ‘Física o química’. Tres series que representan tres momentos diferentes de la pequeña pantalla y que, además de triunfar en nuestro país, se han convertido en embajadores de la televisión española. La crisis económica y los recortes ajustan presupuestos y riesgos, pero todo apunta a que no pasarán factura al prestigio de la ficción española más allá de nuestras fronteras.
‘Médico de familia’ y ‘Un paso adelante’ son los primeros ejemplos de la internacionalización de la ficción nacional. La serie de Emilio Aragón fue la primera en traspasar nuestras fronteras. Fue adaptada en Italia y Portugal y emitida en versión original por casi una veintena de países. Y se sigue vendiendo. También ‘Un paso adelante’, que ya se ha visto en medio centenar de países de todo el mundo, incluido Irak.
Al otro lado, el último estreno de la ficción nacional, ‘Luna, el misterio de Calenda’, que ya se encuentra disponible en el mercado internacional. “Es un producto muy nuevo. Tardará en empezar a venderse, aunque la acogida está siendo muy buena”, cuenta Barbora Susterova, ejecutiva de Ventas de Imagina.
El éxito más reciente de la pequeña pantalla española, ‘El barco’, llegará próximamente a 23 países de todo el mundo y ya se ha visto en Estados Unidos, México, Brasil y Rusia. También en algunos estados de la Europa del Este. Allí, la ficción española “está muy bien vista y se considera de gran calidad”.
Lo que triunfa ahora en sus pantallas es la adaptación rusa de ‘El Internado’. Estrenó hace un año su versión de la serie bajo el título de ‘Escuela privada’. Ha conseguido situarse tres puntos por encima de la media de su cadena, CTC Networks, que sigue produciendo nuevas entregas. El país soviético es uno de los grandes clientes de la ficción nacional. Además de emitir la versión española de ‘El barco’, y versionar ‘El Internado’, el canal emitió adaptaciones ‘¿Hay alguien ahí?’ y ‘Física o química’.
La gran tarea pendiente de la ficción nacional sigue siendo el mercado Norteamericano. ‘Física o química’ se convirtió el 24 de enero, fecha de su estreno, en la primera ficción española en ser adaptada en Estados Unidos. Lo hizo como uno de los cinco mejores estrenos del canal hispano Telemundo, con 1.9 millones de espectadores y liderando su franja entre el público adulto de Miami y Los Angeles y en el público adulto de habla hispana de Nueva York y Chicago.
A la hora de comprar una serie, las cadenas se fijan en la calidad del producto, pero también en la repercusión que tiene en el país: “Es lo primero que te preguntan, aunque no es lo más importante. Es lo que pasó con ‘Cuenta atrás’ que pasó desapercibida en España, pero se vendió muy bien en el extranjero”, asegura Susterova.
Igual ocurrió con ‘Ángel o demonio’. Tras un prometedor arranque, Telecinco precipitó el cierre de su segunda temporada por la pérdida de audiencia. Aún así, fue adquirida por el canal TF1 para su emisión en Francia. Aunque esto está cambiando. Con la crisis, explica Susterova, se tiene más cuidado a la hora de comprar: “Se mira más el share”.
La adaptación del formato es una de las opciones preferidas en la mayor parte de los países. “Es lo mismo que ocurre en España, donde el prime time se llena con series nacionales”, asegura Susterova, quien explica que solo Latinoamérica opta mayoritariamente por la compra de la lata. El mejor ejemplo lo encontramos en ‘Cuéntame cómo pasó’. La versión original se emitió en EE.UU. Puerto Rico, Ecuador, México, Finlandia y Uruguay, mientras que Italia y Portugal optaron por adaptarla. Algo similar a lo que ocurrió con ‘Desaparecida’.
La fama de las series españolas como telenovelas es cosa del pasado. Las series españolas tienen tirón y su principal atractivo “son los guiones y la mezcla de géneros”.