En las últimas semanas estamos viendo en los informativos los duros enfrentamientos que mantienen los mineros y los antidisturbios. Cohetes, piedras, pelotas de goma y botes de humo son algunas de las cosas con las que se encuentran los cámaras, fotógrafos y redactores que acuden a cubrir las protestas.
Unas protestas que comenzaron con simples cortes de carretera, en los que los profesionales de la comunicación acudían como mucho con un chaleco reflectante como distintivo.
El tono fue subiendo hasta el punto de que algunas protestas se convierten en auténticas batallas campales y el equipamiento básico del periodista ya no vale. Ya estamos viendo cómo los profesionales de la comunicación tienen que acudir con casco a cubrir la noticia, porque además de recoger la información tienen que esquivar las piedras o las pelotas de goma.
Hablando con algunos compañeros que han tenido que cubrir las protestas, nos cuentan cómo han tenido que refugiarse en casas de particulares o cómo han sufrido leves intoxicaciones por los botes de humo.
Profesionales que sacan un duro trabajo adelante y muchos de ellos con sueldos irrisorios y en una situación laboral de incertidumbre contínua.
Javier Suárez / Notas de redacción