23:30 +18
CALLEJEROS: ‘PROSTITUCIÓN UNIVERSITARIA’
Este curso las tasas universitarias han aumentado hasta un 50% en algunas Comunidades Autónomas, lo que supone un incremento de 540 euros con respecto al año pasado.
“Estudiar es un lujo que me puedo permitir gracias a la prostitución”, asegura Vinette, una estudiante de segundo de Traducción e Interpretación que lleva más de un año ejerciendo esta profesión en un local de Barcelona muy próximo al campus universitario.
“Necesito dinero para vivir y en las prácticas de Farmacia no me pagan”, añade Anastasia, una compañera del mismo club.
“Callejeros” conoce también a Pedro, un estudiante de Ciencias Ambientales de Murcia que se ha desplazado a Madrid para prostituirse con hombres después de llevar más de un año en paro. España tiene el índice de desempleo juvenil más alto de la Unión Europea.
El paro también ha acercado a Sandra, estudiante de Enfermería, a esta profesión: “Mis padres no lo aceptan y yo tampoco lo aceptaría, pero no pueden hacerse cargo de mis estudios”, explica.
Claudia estudia Empresariales y Héctor, Económicas. Ofrecen sexo como pareja a partir de 200 euros la hora: “No somos pareja sentimental, sólo profesional”, confiesa Héctor, que piensa dejar la profesión cuando acabe los estudios.
“La mayoría de las universitarias no lo hacen por necesidad”, reflexiona Valeria, una modelo que ha asistido a fiestas como acompañante de caballeros por 10.000 euros la noche, junto con otras estudiantes.
Muchos jóvenes se inician en la prostitución después de recibir proposiciones en lugares de ocio o mientras están trabajando como azafatas de imagen en ferias y congresos. Además de ser una realidad, presentarse como universitario es una herramienta de promoción que utilizan los profesionales del sexo para captar clientes.