El jueves Alberto Chicote vive una nueva Pesadilla en la cocina en el “Domine Cabra”, un restaurante madrileño que tras casi tres décadas de fama e ilustres comensales hoy está a punto de desaparecer por la falta de compromiso e incompetencia de los dos hijos del dueño. Ubicado en el céntrico barrio de Las Letras de Madrid, el restaurante saboreó las mieles del éxito hace mucho tiempo.
Pero ahora los problemas de salud de Fernando le han obligado a dejarlo en manos de sus dos hijos, Xinto y Alba, que son incapaces de hacerse cargo del restaurante con responsabilidad. El “Domine Cabra” ya no ofrece buena comida. La cocina está sucia y descuidada. Los continuos conflictos entre Xinto y Alba con el cocinero parecen irreconciliables. Y la situación económica del restaurante está bastante complicada.
Alberto Chicote tendrá que solucionar un difícil problema si no quiere ver cómo el sueño de toda una vida de Fernando se rompe por la falta de compromiso y responsabilidad de sus hijos. El carácter de Xinto y de Alba no lo pondrán nada fácil. Y tampoco Mohamed, el cocinero, que ha perdido la ilusión de cocinar y no siente respeto por otro dueño que no sea Fernando. Será un proceso duro, tanto para Alberto Chicote como para quienes le han pedido ayuda, pero escuchar al chef es la última oportunidad que tienen de recuperar un negocio que tanto esfuerzo le ha costado al padre de familia poner en lo más alto.
Ofrecer a los propietarios de negocios de hostelería en crisis una última oportunidad para salvar su restaurante es el objetivo del espacio de laSexta. Eyeworks Cuatro Cabezas produce para laSexta la versión española del formato, que se emite en una veintena de países.
“Domine Cabra”, dos hermanos a punto de destruir el sueño de toda una vida
Esta semana Alberto Chicote tiene un nuevo reto que afrontar: el grito desesperado de Fernando, el dueño del restaurante “Domine Cabra”, que está cediendo el testigo a sus hijos pero que ha descubierto en ellos a dos personas incapaces de llevar adelante un negocio hostelero. Localizado en el céntrico barrio de Las Letras de Madrid, a escasos metros del Congreso y en una de las calles más emblemáticas de la capital, el “Domine Cabra” abrió hace tres décadas con un gran éxito de público. Desde entonces, numerosos políticos, escritores y otras personalidades han disfrutado de las acogedoras veladas en el restaurante.
Pero el cambio de manos en la gestión del restaurante se está haciendo notar: hasta la escritora y columnista Lucía Etxebarría es testigo de la descoordinación en un servicio de comidas. Además, El “Domine Cabra” está pasando por serios problemas y no tienen mucho tiempo para reaccionar.
Xinto, el hijo mayor de Fernando, está tomando las riendas del negocio pero se ve desbordado por la responsabilidad que tendrá que asumir cuando su padre ya no esté en el restaurante. Alba, la hija, es una joven embarazada con un fuerte carácter y un grave conflicto con el responsable de cocina. Y Mohamed, el cocinero, un hombre que ha perdido la ilusión en lo que hace y que sólo responde a la autoridad de Fernando. Para él, ni Xinto ni Alba tienen legitimidad suficiente como para decirle qué es lo que hacer. Tres conflictivas personalidades que convierten a la cocina en una verdadera batalla de egos.
Hoy, la comida del “Domine Cabra” es cada vez peor.
La cocina está sucia y grasienta. La descoordinación entre servicio y cocina es absoluta. Y ya nadie pide el que fuera el plato estrella del restaurante, las berenjenas de Fernando.
Alberto Chicote tiene un duro trabajo por delante y el más complicado de todos es quitarle a los hijos de Fernando y a Mohamed la venda de los ojos y hacerles ver que con su actitud el sueño de su padre se desvanecerá por su culpa. Tendrán que aprender a templar su carácter, a comportarse como adultos y a asumir la responsabilidad que les ha sido dada.
Además, Alberto Chicote relanza el que fuera plato estrella del restaurante y que hace años ya nadie pide ante su falta de calidad: las berenjenas de Fernando. A partir de ahora, sólo la templanza y profesionalidad de los hijos de Fernando podrán volver a poner al “Domine Cabra” en el lugar en el que siempre estuvo y que tanto esfuerzo costó conseguir.