Iván Llera

“Telemadrid se hunde”. Marta Robles ha puesto palabras a lo que todo el mundo el pensaba. La crisis económica, la caída de la audiencia y, sobre todo, la más que cuestionable gestión de las cuentas de la autonómica madrileña en los últimos años han dejado a cadena al borde de la desaparición. Tanto, que incluso el presidente madrileño, Ignacio González, han puesto sobre la mesa un posible cierre del canal si no se logra salvar la situación. Con una deuda acumulada de 240 millones de euros, la dirección del Ente trabaja en un plan de reestructuración que plantea el despido de 925 de un total de 1.170 trabajadores.

 

Esta circunstancia obligaría a la cadena a renunciar a un 95% de su personal fijo y a cerrar su segundo canal, laOtra, y la emisora de radio Onda Madrid. El rechazo de los sindicatos es claro. En el último mes ya han llevado a negro la pantalla de Telemadrid en dos ocasiones: primero con motivo de la huelga general del día 14; la segunda, desde las 20 horas del lunes 26 y durante 26 horas tras confirmarse la intención del Consejo de Administración de sacar adelante el ere.

 

Pese a que la cadena lo desmintió con posterioridad lo cierto es que los problemas económicos son una constante desde hace mucho tiempo. Durante el verano, la Comunidad de Madrid tuvo que salir al rescate de la compañía para evitar la quiebra técnica. Por este motivo, el Consejo de Administración de Telemadrid ha dado luz verde a un ajuste presupuestario del 35% para el próximo año, lo que supondrá la desaparición de toda la programación externa. No se salvarán ni Goyo González (‘Cifras y letras’), ni José Luís Garci (‘Querer de cine’), ni Fernando Sánchez Dragó (‘Las noches blancas’). Tampoco Cristina Tárrega (‘Territorio Comanche’).

 

Con la nueva plantilla y las nuevas cuentas, Telemadrid solo podría afrontar tres informativos diarios, ‘Madrileños por el mundo’ y ‘Madrid directo’. El resto del tiempo, el 80%, tendría que ser cubierto con espacios adquiridos, “aunque el dinero que se destina a ello es claramente insuficiente”. La producción propia de la cadena es actualmente del 59%.

 

Los trabajadores se manifiestan abiertamente en contra de una programación bajo mínimos porque, tal y como señala el informe de Deloitte, “la producción ajena no produce ningún retorno económico”, siendo “la producción propia la que más contribuye al desarrollo de la economía nacional y de las regiones”. Lamentan que la nueva estructura no contemple la renuncia a la comercialización de los derechos del Atlético de Madrid.

 

Pero los sindicatos van más allá y elevan su crítica directamente a la dirección del Ente. El colectivo Salvemos Telemadrid, que lleva años denunciando la mala gestión de la cadena pública, critica que el documento encargado a Deloitte cuesta 2.000 euros el folio cuando se dedican 23 a contar “la crisis mundial, la situación macroeconómica, la evolución de los ingresos publicitarios en las cadenas comerciales alemanas y las pautas de consumo en Liverpool”.

 

Consideran que el Consejo de Administración es el único responsable de la mala gestión del Ente con significativos casos como el de ‘Destino Europa’, un espacio de formato “calcado” al de ‘Madrileños por el mundo’, pero con un coste cuatro veces superior (80.000 euros por entrega frente a los 20.000 de cada programa de ‘Madrileños por el mundo’).

 

Un gasto que en las últimas temporadas no se ha traducido en una mejora de la audiencia. La cadena cerró noviembre un 4,8% de audiencia. Hace una año registró un 6,1% y hace 5, en 2007, un 10,1%.

 

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha hecho público un comunicado en el que expresa su respaldo a los trabajadores de los medios públicos, en especial, con los de Telemadrid y Canal 9. Considera que la puesta en marcha de planes de viabilidad no debe suponer el desmantelamiento de los servicios “de interés general” y aboga por “unos medios públicos gestionados con la máxima integridad e independencia de los gobiernos de turno”.

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