Declaraciones de José Mota en la presentación de ‘La hora de José Mota’:
“El gran reto al que nos hemos enfrentado ha sido pasar de un formato de 42 minutos a uno de 60 minutos, que era la demanda que tenía la cadena. Estuvimos ciertamente tentados para completar esos 20 minutos restantes a hacer una continuidad en plató con público, pero nos parecía que en cierto modo era traicionar el espíritu y la filosofía del programa durante estos últimos cuatro o cinco años, porque nos daba la impresión que era romper la cuarta pared de la ficción. Hemos intentado desde el primer momento darle carácter de ficción, como si fuese una serie y acercarlo lo máximo posible tanto a realización como a fondo cinematográfico. (…) El gran reto fue afrontar estos 60 minutos con el mismo corte de programa, siguiendo con los sketches, los musicales, las parodias, el mundo televisivo y los ‘apartes’, que son los puntos de vista que doy a veces mirando a cámara sobre situaciones que me ocurren en la vida”.
Sobre las novedades
“Hay secciones nuevas y algunos de los personajes ya no están, como el Tío de la vara o el Cansino histórico, ya que hemos querido seguir apostando por ofrecer cosas totalmente nuevas, como el Hombre del armario o Berengario, el tractorista. El personaje del Hombre del armario es una sección ‘denuncia’ de ciertas engañifas que hay en la calle de propuestas de distintas personas que vienen a ofrecerte productos que en el fondo sabes que son mentira. Cada semana denunciamos una de estas situaciones que nos parece merecedora de atención”.
“El gran reto al que nos hemos enfrentado ha sido pasar de un formato de 42 minutos a uno de 60 minutos, que era la demanda que tenía la cadena. Estuvimos ciertamente tentados para completar esos 20 minutos restantes a hacer una continuidad en plató con público, pero nos parecía que en cierto modo era traicionar el espíritu y la filosofía del programa durante estos últimos cuatro o cinco años, porque nos daba la impresión que era romper la cuarta pared de la ficción. Hemos intentado desde el primer momento darle carácter de ficción, como si fuese una serie y acercarlo lo máximo posible tanto a realización como a fondo cinematográfico. (…) El gran reto fue afrontar estos 60 minutos con el mismo corte de programa, siguiendo con los sketches, los musicales, las parodias, el mundo televisivo y los ‘apartes’, que son los puntos de vista que doy a veces mirando a cámara sobre situaciones que me ocurren en la vida”.