Pol Morales
Protagonizó la gran sorpresa de la temporada situándose como líder de audiencia en otoño, tras años a la zaga de sus tres grandes competidoras, ABC, CBS y Fox. El canal del pavo real vivió su particular sueño dorado con ‘The voice’, que lejos de verse quemado por la sobreexplotación experimentó un aumento de espectadores durante la tercera temporada. Sin embargo, una vez finalizado el ‘talent show’, la NBC se ha topado de lleno con una drástica caída de seguidores que la está devolviendo al que parece su lugar natural, la cuarta posición entre las cadenas generalistas.
Con absoluta impotencia, los responsables del canal están asistiendo a una espiral de fracasos que se está llevando por delante a todas sus bazas para la ‘midseason’, desde los nuevos proyectos de temporada hasta el regreso de series que en su día merecieron renovación y que ahora ven peligrar de forma alarmante su futuro. Todas las esperanzas parecen estar puestas de nuevo en ‘The voice’, que estrenará su cuarta edición a finales de mes, pero si algo parece haber aprendido la NBC con esta debacle es que su programación no puede sustentarse en un solo espacio.
De decepción en decepción
La primera en llegar a la parrilla de la cadena a principios de año fue ‘Deception’, cuyo título se convertiría en un claro anticipo de lo que acontecería inmediatamente después de su estreno. La serie no sólo obtuvo el varapalo de la crítica por sus más que evidentes parecidos con ‘Revenge’ sino que enseguida se convirtió en un fracaso de audiencia, con una media que a duras penas logra sobrepasar los tres millones de espectadores.
Pero sin duda el gran batacazo de la temporada, no únicamente en la NBC sino en toda la historia de la televisión norteamericana, se lo llevó el drama médico basado en el Dr. Jekyll y Mr. Hyde ‘Do no harm’, que obtuvo el dudoso honor de convertirse en el peor estreno dramático desde que existe la medición de audiencias en Estados Unidos. El piloto sólo logró congregar a poco más de tres millones de espectadores y la cadena se vio obligada a retirar la serie con tan sólo dos episodios en antena.
‘The voice’, un arma de doble filo
Otro gran sobresalto para la NBC se produjo con la llegada de una de las pocas esperanzas del canal, el estreno de la segunda temporada de ‘Smash’. La serie producida por Spielberg y ambientada en Broadway ya consiguió la renovación por los pelos y por ello, en esta ocasión, aterrizaba con cambios importantes en la producción que buscaban un aumento de seguidores. Lejos de conseguirlo, el drama musical se estrenó con los peores datos de su historia (cuatro millones y medio de espectadores).
En realidad, ‘Smash’ es una de las numerosas víctimas del efecto arrastre de ‘The voice’, que durante sus dos días de emisión funciona como potente ‘lead-in’ pero que en cuanto desaparece de la parrilla deja huérfanos a sus protegidos. Es lo que les ha sucedido a las comedias ‘Go on’ y ‘The new normal’, que han visto disminuir su audiencia prácticamente a la mitad desde que no cuentan con el ‘talent show’ como trampolín. Y es lo que podría sucederle a la ‘Revolution’ de J.J. Abrams si algún día dejara de contar con su respaldo.
Las grandes esperanzas
Con un panorama tan desolador, los responsables de la NBC cruzan los dedos ahora para que los pesos pesados que están por venir no terminen también por estrellarse. A la cuarta temporada de ‘The voice’, que contará con Shakira y Usher como novedades en el jurado, se le unirá el 25 de marzo el regreso de ‘Revolution’ con sus últimos seis episodios, esperando revalidar esa media de ocho millones de espectadores que cosechó la serie con el concurso musical como telonero. El otro gran recurso en el que se ha depositado toda la confianza es ‘Hannibal’, cuyo estreno el 4 abril supondrá la última oportunidad para salvar los muebles de la temporada invernal más cruda que ha vivido el canal en los últimos años.