Pedir la mano de la novia con una dote de vacas y mantas, engalanarla con barro y grasa y bendecirla con leche son algunas de las tradiciones que tienen lugar durante la celebración de una boda masái y que “Callejeros Viajeros” recogerá en la nueva entrega del programa, que Cuatro emitirá el domingo 17 de marzo (22:30 horas).
En pleno corazón de la sabana se encuentra Masái Mara, el enclave escogido para la ceremonia a la que acudirá el equipo del programa. Situado en Kenia y con unos 1.500 kilómetros cuadrados de extensión, es la reserva natural más espectacular del mundo.
Los rituales de la boda masái
Los preparativos de una boda masái se inician cuando el pretendiente se interesa por una de las vacas de la familia de la novia para más tarde mostrar sus verdaderas intenciones. Al día siguiente, el padre de la chica decide si acepta al joven, fija la fecha de la ceremonia y empiezan a negociar la cuantía de la dote, formada por animales y mantas. El novio y los hombres de su familia son los encargados de comprarla y entregarla en la casa de la prometida, donde les reciben las mujeres con canciones tradicionales que confirman el amor y la celebración del enlace.
El día de la boda, las mujeres maquillan a la novia con barro rojo y grasa y la visten con piel de cabra y múltiples adornos, entre los cuales destaca el collar de la ceremonia. Antes de dirigirse a la casa de su nueva familia, uno de los ancianos de la tribu bendice a la joven con leche para desearle suerte en su nueva vida de casada. Durante el traslado, las mujeres de la tribu acompañan a la novia y le instan a que camine despacio, mientras que los amigos del novio le ofrecen regalos como cabras o leche que se simbolizan atando nudos al collar que luce la joven.
Los bailes masáis ponen fin a la ceremonia y dan paso a la primera noche de casados que la novia pasará sola, sin su marido, según marca la tradición.