Pol Morales

masterchef2Segunda entrega del programa culinario más ambicioso del mundo y segunda oportunidad perdida para ganar la batalla de las audiencias. ‘Masterchef’ confirma su pobre acogida entre los espectadores españoles y comienza a marcar una peligrosa tendencia descendente, a pesar de que anoche mejoró notablemente en la llamada audiencia social, esa que mantiene a los seguidores más enganchados al ‘timeline’ de Twitter que al programa en cuestión.

 

En todo caso, esta indiferencia de la audiencia sólo puede explicarse por el desapego cada vez mayor hacia la televisión pública, porque si algo ha confirmado el programa es que cuenta con todos los ingredientes para convertirse en éxito. Si el estreno nos introdujo precipitadamente en la mecánica del concurso, con esta segunda emisión la competición se ha vuelto todavía más emocionante. Los concursantes comienzan a afilar sus cuchillos y la lucha para adueñarse del delantal de ‘Masterchef’ se prevé cada vez más encarnizada.

 

Primeras rencillas

Anoche comenzaron a aflorar las estrategias con las novedades introducidas por el concurso. La prueba de la caja misteriosa, en la que los concursantes deben improvisar sus platos con ingredientes desconocidos, destapó las tácticas para ganarse la atención del jurado pero sobre todo sirvió para nombrar a dos capitanas de equipo, cuyo papel se ha convertido en determinante para el juego, aunque sólo sea porque les concede la opción de salvarse de la prueba de eliminación.

 

tarta fresas masterchefClara obtuvo el mayor reconocimiento con su apuesta por el pastel de chocolate al vino tinto con crema inglesa, mientras la cordobesa Eva alcanzaba el segundo puesto con una milhojas de presa ibérica. Ambos platos les brindaron la posibilidad de formar su propio equipo y, lo que resultó más suculento, crear un tercer grupo rival con los compañeros descartados. José Luis, Nati, Santiaga y la impagable Maribel tuvieron que aguantar el chaparrón de ser considerados como los menos válidos para la cocina.

 

Pero las lecciones en este programa van mucho más allá de lo puramente culinario. Los veteranos, con Maribel nuevamente al frente, fueron los únicos que salvaron el menú de banquete de boda para 80 comensales, convirtiéndose en los vencedores de la jornada. Los equipos rojo y azul, en cambio, necesitaron la intervención de los chefs Pepe Rodríguez y Jordi Cruz y pasaron directamente a la prueba de eliminación, que esta vez tenía como protagonista a la tarta de queso, y que terminó con la salida de Juanma, el chef pasmado.

 

Las 5 lecciones aprendidas

  • Confía en Maggi

    El puré de patatas se ha consolidado como el plato más complejo e inalcanzable del programa. Su sola mención en el menú ya debería poner los pelos de punta a los aspirantes.

  • Prohibido casarse en plató

    Las bodas en televisión nunca terminan bien. O acabas contrayendo matrimonio con Lydia Lozano como madrina o te arriesgas a que la lubina se sirva medio cruda.

  • No está el horno para fresas

    Y a pesar de ello, la tarta de queso al estilo cerezo se convirtió en el plato estrella del programa. No sabemos quién improvisó más, si el concursante con la receta o el jurado con sus deliberaciones.

  • Aprende a comer

    Puede que Pepe Rodríguez sea un as entre fogones pero sus repugnantes catas nos indican que de modales en la mesa anda un poco justito. Más que un ‘crossover’ con ‘Isabel’, el programa necesita la visita urgente de Carmen Lomana.

  • La materia prima es importante

    A pesar de los esfuerzos de Eva González por resultar convincente en su papel de narradora a lo Raquel Sánchez Silva, no puede mantener el mismo tono con un niño de ocho años que con un recién expulsado.

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