Pol Morales
En un alarde de sabiduría pocas veces demostrado en la televisión pública, sus programadores decidieron proteger el gran estreno de la cadena para esta temporada trasladándolo del miércoles al martes después de los discretísimos datos de audiencia de sus dos primeras emisiones. Sólo la Champions podía hacer remontar los audímetros y conceder al programa la respuesta que merece. Y así ha sido. La jugada ha funcionado a la perfección y anoche ‘Masterchef’ se convirtió en el líder de su franja horaria. Eva González comienza a ver la luz al final del túnel.
Si la semana pasada los veteranos del concurso de cocina dieron una lección a sus rivales más jóvenes, esta vez los repudiados han tenido que regresar a la casilla de salida con la cabeza gacha después de fracasar intentando imitar un plato de Jordi Cruz a base de pichón y foie, al parecer uno de los más sencillos de su selecta carta. El gesto de Juan Manuel eligiendo para su rival a los mejores participantes, queremos pensar que sincero, fue tan solidario como inútil. Quizá los años no siempre otorguen la experiencia. Y sino que se lo pregunten a Santiaga, tercera expulsada del programa tras ser incapaz de diferenciar a un polluelo de una codorniz. Errores que se pagan carísimos en ‘Masterchef’.
Mientras Maribel se consolidaba anoche como la robaplanos oficial del programa, expandiendo sus tentáculos ahora hacia Jordi Cruz, Eva se afianza como una de las más serias rivales a batir, tras conseguir su segunda victoria consecutiva en la prueba de la caja misteriosa y vencer al arroz con bogavante de José, el eterno sufridor de ‘Masterchef’. Una variación aún más retorcida en la mecánica fue la que permitió a Eva escogerle a Juan Manuel los integrantes más débiles para su equipo, estrategia que como hemos visto él no quiso aprovechar.
La cara oculta de Maribel
El programa también plasmó anoche mejor que nunca por qué la reina de las alcachofas es observada con recelo por sus compañeros. Mientras Maribel se gana la simpatía de la audiencia y del gran jurado con su indudable frescura, no dudó en masacrar a María por su absurdo postre de fresas con mascarpone y en exigir el reconocimiento del resto de participantes por haberse pasado medio programa pelando patatas. En ese entorno medieval en el que se desarrolló la prueba grupal, más de uno habría mandado a la de Benicarló a la guillotina.
De este ‘crossover’ entre la serie ‘Isabel’ y ‘Masterchef’ aprendimos que no hace falta ser un catador profesional para reconocer cuando unas lentejas están más pastosas que unas gachas o cuando las truchas deben ser rescatadas inmediatamente de la plancha. Eso y que Michelle Jenner es majísima. La semana que viene parece que los concursantes se enfrentarán a una clientela más exigente, un grupo de deportistas de élite en el impresionante edificio de las bodegas Marqués de Riscal.
Las 5 lecciones aprendidas
Cocina con amor
Más que el grado de cocción de un buey de mar, el consejo más importante que proporcionó Andoni Luis Adúriz en la primera ‘master class’ del programa es el de cocinar con afecto, único requisito para poder trasladarlo al plato.
Conoce bien a tus cocineros
Aunque Jordi Cruz no es Isabel Gemio precisamente extrayendo los sentimientos de los concursantes, anoche forzó el momento más emotivo del programa cuando le preguntó a Juan Manuel sobre la muerte de su padre. Del todo innecesario.
Hay rivales imbatibles
“Ante un venado no puede competir una trucha; ante un chocolate no pueden luchar unas fresas”. Os lo dice Maribel.
Cuidadín con los fogones
Suben de manera irremediable la temperatura corporal, la de Maribel tirándole los tejos a Jordi Cruz, y la del chef intentando escabullirse del sofoco. ¿Será Samantha de España el próximo objetivo de la valenciana?
Blondie no es un grupo de rock
Si pensabas lo contrario es que ya superas de largo la treintena o andas un poco desfasado en materia de repostería porque el blondie es el no va más en postres. Ponle chocolate blanco al brownie ¿y qué te queda? Una auténtica delicia.