‘Revenge’ ha finalizado su segunda temporada recientemente en la ABC, una etapa irregular, pese al comienzo prometedor, las tramas se han ido tornando insignificantes y los personajes han perdido la fuerza con la que empezaron.
A continuación enumeramos varias razones por las que no merece la pena seguir viendo la serie que en España emite Divinity. No obstante, tras el final de la segunda temporada muchos nos volveremos a derretir por ver como sigue la venganza de Emily Thorne, ya que el doble capítulo final supera con creces lo que nos han ofrecido durante el año en ‘Revenge’.
A partir de aquí puedes encontrar algún que otro spoiler acerca del episodio final, el que avisa no es traidor.
La venganza se eterniza
Ya han pasado unos cuantos meses desde que Amanda se metiera en la piel de Emily Thorne para llevar a cabo su venganza, que en lugar de fría se va a servir congelada. El odio de la protagonista hacia los Grayson ha ido creciendo a lo largo de la serie, excepto en la segunda mitad de la recién terminada temporada, donde Emily se ha estancado.
El éxito del drama es la razón por la que los responsables del producto están intentando estirar una historia a la que seguramente no le quede más por contar. ‘Revenge’ está siendo víctima de su propio éxito.
Tramas de relleno
Como apuntábamos en el apartado anterior, la necesidad de llenar minutos en pantalla ha hecho que los guionistas tengan que recurrir a nuevas historias sacadas de la manga y que se alejan del objetivo principal.
La agotadora campaña de Conrad Grayson y su carrera política; el coqueteo con las drogas de Charlotte y su relación con Declan; la compañía de Nolan y los chanchullos que se trae con sus ayudantes; o el pasado del padre de los Porter son historias que como telón de fondo no tienen por qué chirriar, el problema surge cuando las historias secundarias acaparan más minutos que la original.
Personajes reciclados
En la primera temporada nos vendieron desde el primer minuto la muerte de Daniel, más tarde descubrimos que seguiría vivo y coleando. No obstante, el hijo de Victoria y Conrad no es el que más molesta en el reparto, otros como Ashley, Declan o la falsa Amanda han estado durante dos temporadas dando tumbos sin rumbo. Por suerte los guionistas han captado lo perdidos que estaban estos dos últimos personajes, ahora solo queda deshacernos de la insufrible Ashley.
Desaparecen elementos
¿Alguien se acuerda de la madre de Amanda Clarke? Pasó sin pena ni gloria por los primeros capítulos de la segunda tanda, y la mujer desapareció sin dejar rastro. Algunos pensamos que volvería a aparecer, pero no queda nada de ella, ni siquiera se la menciona, y eso que se trataba de un personaje que podría haber dado mucho juego.
La involución de los protagonistas
En todo el reparto hay dos personajes que mantienen su esencia, Victoria y Emily, el resto parece que ha perdido empatía con el paso del tiempo. Destaca el desinfle de Jack o Daniel, el primero ha estado apartado todo el año, sumido en sus propios dramas, primero con la desconfianza hacia Amanda, y más tarde con el cuidado de su hijo y la pérdida de su esposa. Esto no acaba aquí, porque tras descubrir el paradero de Declan, no parece que Jack ahora vaya a pasar por un camino de rosas.
Daniel, por su parte, tiene una sola cosa en mente, la empresa familiar, para él seguir ascendiendo en su carrera profesional es lo más importante, aunque hasta ahora no haya llegado a los límites de su padre. Tampoco Nolan ha vuelto a ser el amigo sarcástico de antes, desde que le concedieran tramas en las que él es protagonista, el personaje ha perdido interés.
+ Puertas abiertas
Este es un bonus positivo, ya que después de ver el capítulo final muchos dejaréis a un lado la idea de abandonar la serie. El cliffhanger con el que nos dejan es mayúsculo, un manojo de historias inacabadas que dejan la temporada en su punto álgido. La confesión de Emily/Amanda, el embarazo de Charlotte, la detención de Nolan o el hijo secreto de Victoria son los pesos pesados que entrarán en juego en la tercera temporada de ‘Revenge’.
¿Merece la pena volver a sintonizar con los Hamptons? La decisión es personal e intransferible.