Tensión en plató y en la sala de expulsiones. ‘Gran hermano’ inauguró anoche la fase final de la actual edición del concurso en la primera semana con doble ración de expulsiones. Y lo hizo marcado por el fuerte enfrentamiento dentro y fuera de la casa. Dentro, porque Igor y Sonia llegaron juntos y sin prácticamente dirigirse la palabra a la sala de expulsiones; fuera, por las turbulencia que despertó en Mercedes Milá la presencia del hermano de la canaria con un duelo dialéctico con el papel de la familia Walls en las redes sociales como epicentro.
Nacho, Igor, los hermanos Montoya y Sonia fueron los nominados el pasado jueves: los tres primeros a elección de la casa y la canaria a petición de la audiencia. Sin embargo, ni el catalán ni los hermanos sevillanos llegaron a pisar anoche la sala de expulsiones. Nacho, Carlos y Gonzalo batieron un curioso récord: ser los concursantes menos votados para abandonar la casa en la historia del concurso. Todo gracias al polarizado enfrentamiento entre Igor y Sonia que acaparó el 99,2% de los votos de la audiencia. El resultado definitivo no estuvo claro hasta el último minuto: “En el principio de la noche, no salías tú, ha ido variando, habéis estado codo con codo y la moneda ha caído de tu lado pero podía caer del lado de Igor”, le aclaró Milá a Sonia tras su salida de la casa.
“Ojalá hubiera sido mejor estratega”
No pudo contener las lágrimas durante toda la entrevista. La canaria se vio claramente sobrepasada por los acontecimientos en la gala de anoche. Su salida fue complicada al llegar a la sala de expulsiones junto a su gran rival, Igor, y la situación en el plató terminó por descolocarla. “Luego te contaré la que ha liado tu familia en las redes”, le adelantó Milá después de su bronca con César, el hermano de la concursante. “Nos achacan que hemos puesto cosas en Twitter que no hemos puesto”, quiso matizar él.
El enfado de la presentadora se debía no solo al papel de los Walls en las redes sociales, sino también a un artículo publicado en un diario canario en el que el padre de Sonia acusaba al programa de manipular para perjudicar a su hija e, incluso, de desatender a propósito su estado de salud. La concursante, sorprendida por el tono del recibimiento, reconoció desconocer lo que había pasado fuera de la casa con su familia tras cuatro meses de encierro, pero aclaró que “siempre voy a poner la mano en el fuego por un padre”.
La canaria, que escribió el punto final a su paso por Guadalix de la Sierra con el 52,2% de los votos del público, descartó haberse hecho la víctima durante y aseguró que “me he mostrado tal y como he sido, me sentí fatal la semana pasada, como amenazada en mi propia casa, lo que me transmitía Igor no era bueno”. Y es que tras el regreso del donostiarra la canaria no volvió a ser la misma, pese a que siempre mantuvo el tono para no alterar el ritmo de vida de sus compañeros.
La concursante también tuvo tiempo para repasar su relación con Kristian, al que definió como “honrado, humilde, educado, independiente y válido”. Descartó que sea su perrito faldero porque “lo bonito del amor es tener a Kris a mi lado sin llevarlo con correa” y defendió la lealtad del madrileño tras el regreso de Igor. Valoró el concurso porque le ha permitido aprender “que soy muy celosa con las amistades, que soy muy madre, que necesito que la gente que esté conmigo se sienta cómodo y que soy más débil de lo que pensaba”.
Nominaciones a la cara
La audiencia de ‘Gran Hermano’ tuvo esta semana la oportunidad de elegir el sistema de nominaciones y decidió que los concursantes volviesen a dar sus nombres cara a cara. Álvaro, los gemelos, Nacho e Igor tendrán que enfrentarse este jueves al veredicto del público.
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