Aragón TV estrena este domingo, a las 21:15 horas, un nuevo programa titulado ‘Un día de feria’, en el que cada semana el periodista Miguel Ángel Sastre invitará a los espectadores a conocer las Ferias de Aragón, como nunca antes las habían visto.
Miguel Ángel Sastre es un rostro ya conocido en Aragón TV donde es integrante del equipo del programa Sin ir más lejos desde 2009, donde, entre otros cometidos, se encarga de una de las secciones de mayor éxito: el huerto urbano. Antes de llegar a televisión ha desarrollado una amplia trayectoria profesional en comunicación institucional y en prensa escrita, aunque reconoce que pocas cosas emocionan tanto a un periodista como el trato con la gente. Se confiesa “rocero” y utiliza esa cualidad para que las personas a las que entrevista se relajen y puedan mostrarse tal cual son.
P: ¿Qué encontraremos en ‘Un día de feria’?
Miguel Ángel: Entretenimiento y un sinfín de curiosidades. Lo vamos a pasar bien. Una feria es el resultado del esfuerzo y la ilusión de mucha gente. De quienes la organizan, de quienes acuden a ella para dar a conocer sus productos y de quienes la visitan y no dejan de sorprenderse. La oferta es muy variada y singular. Entre la Sierra de Gúdar y el Pirineo, pasando por la provincia de Zaragoza, nos encontramos con artesanos de antaño y jóvenes emprendedores ingeniosos y muy capaces. Ellos son los protagonistas y a ellos es a quienes vamos a dar voz en ‘Un día de feria’.
P: Visitar una feria con una cámara de televisión suponemos que te abrirá puertas y te permitirá acceder a esos lugares de las ferias que habitualmente no ven los visitantes. ¿Los veremos en el programa?
Claro. Además de conocer toda la producción artesana, ganadera y agroalimentaria de Aragón, quien vea este programa podrá colarse en los entresijos de una feria. Antes de que el evento abra sus puertas al gran público, los expositores dedican horas a traer sus mercancías y a montar y decorar los puestos, las azafatas se preparan para luego ofrecer al visitante cuanta información precise, los encargados de la limpieza se esmeran en que el recinto quede impoluto… Nosotros nos hemos colado con las cámaras en esa gran sala de máquinas para mostrar los preparativos que toda feria conlleva. Más de uno se sorprenderá.
P: ¿Qué veremos en el primer programa?
Como su propio nombre indica, cada programa está dedicado a una única feria. Queremos vivirla al minuto, desde que abre hasta que se cierra. Y así lo hacemos en la primera entrega, dedicada a Expo-Campo de Belchite, un certamen que se ha consolidado a lo largo de sus diez ediciones y que reúne en Lécera lo más destacado de la Comarca y de su área de influencia: vinos, aceites, mermeladas, embutidos, maquinaria agrícola, plantas y un largo etcétera. Parece mentira que un único lugar se pueda encontrar prácticamente de todo. Y no solo eso. Paralelamente a la actividad comercial, se organizan muchas actividades que dotan a la feria de un carácter festivo. Nos dejaremos arrastrar por un grupo de más de cien bolilleras, disfrutaremos de una concentración de coches clásicos, iremos de concierto y brindaremos en una particular ‘Vinoquedada’. Desde luego, no se puede hacer más en un solo día.
P: En tus reportajes vemos que nunca rechazas probar los productos agroalimentarios del lugar. Está claro que practicas eso de que comer y beber ayuda a romper barreras y a hacer amigos.
Sin duda, la mejor manera de entablar amistad es en torno a un buen plato de jamón, de queso o de longaniza y de un vaso de vino de la tierra. Lo constato, en ‘Un día de feria’ se verá. Pero el hecho de probarlo todo responde también a un intento por descubrir plenamente los sabores y los aromas de la tierra. En este sentido no me duelen prendas en reconocer que soy un auténtico privilegiado. A la gente le gusta que pruebes lo que hacen y les digas la verdad. Es también una forma de reconocer su trabajo. Lo que sucede es que yo que tengo un paladar muy agradecido, todo me gusta, qué le voy a hacer. Así que solo se me ocurre una cosa: ponerme las botas.
P: Siempre nos ha parecido que te encuentras muy cómodo recorriendo el territorio.
Mi hábitat natural es la calle. Crecí en un pequeño pueblo donde todo el mundo se saluda y todo el mundo se ayuda en las cosas cotidianas. Creo que eso forjó mi carácter. Sí, soy muy rocero, me gusta hablar con la gente en el tono más cercano posible. Así es como me sale y así es como me encuentro más a gusto. Y creo que también agradecen que así sea quienes de repente se ven sorprendidos por una cámara de televisión mientras están vendiendo en su puesto o pasean tranquilamente por la feria. La cercanía transmite confianza y permite que la gente se muestre más cómoda y se exprese de forma más sincera, tal cual es.
P: ¿Tractor o arado?
Por ahí vamos bien, porque de tractores, arados y otros aperos de labranza estoy haciendo un master. En la feria de Torralba de los Sisones me tiro toda una mañana labrando una tierra con un tractor de 350 caballos. Se trata de una demostración organizada por un distribuidor de maquinaria y los surcos me salen un poco torcidos, la verdad, pero me lo paso pipa. Menos mal que luego los profesionales del campo que por ahí están lo arreglan sin rencor… Pero si a lo que te refieres es a si prefiero lo de antes a lo de ahora, sí, me llama más la atención lo antiguo que lo moderno, he de reconocer que soy un nostálgico y me va lo ‘retro’. Por eso disfruto tanto en las ferias, porque puedo tocar y coger las cestas que usaba mi abuela cuando iba a lavar la ropa al río, las cucharas con las que removía el guiso o las ollas de barro donde preparaba el potaje. Pero qué quieres que te diga, subirte a un tractor con más caballos que la cuadra de la Duquesa de Alba tiene su punto. Al final, la curiosidad te puede y disfrutas lo mismo con algo de antaño que con el último grito en tecnología punta. Las ferias aúnan lo mejor de la tradición y la modernidad.
‘Un día de feria’, estreno este domingo a las 21:15 horas en Aragón TV.
