Inmigrantes escondidos en el salpicadero de un coche o jubilados convertidos en traficantes de tabaco son algunas de las situaciones que el equipo de “Callejeros” ha localizado en los principales puntos fronterizos de España
Acompañados por agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, los espectadores descubrirán las más singulares y extravagantes capturas de droga, dinero, animales e incluso alimentos llevadas a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Recorrer puertos, aeropuertos y pasos fronterizos para conocer cómo es el trabajo de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria; y descubrir qué y quién trata de entrar y salir de España de manera ilegal son los objetivos principales de “Aduanas y Fronteras”, título del nuevo programa de “Callejeros” que Cuatro emitirá mañana viernes, 28 de junio, a partir de las 23:00 horas.
“Callejeros” aborda el contrabando y la entrada de inmigrantes en los principales pasos fronterizos de España
El equipo del programa se desplaza a los puntos fronterizos más importantes de nuestro país para mostrar cómo transcurre la vida cotidiana en estos lugares. Aduanas y fronteras son cada día escenario de la captura de traficantes de droga, dinero, animales e, incluso, alimentos, entre otros productos.
Los reporteros de “Callejeros” acompañan a un operativo de la Guardia Civil que controla los vehículos procedentes de África. Pronto sorprenden a un conductor que transporta gran cantidad de tortugas escondidas por todo su automóvil. “Se pueden sacar miles de euros con su venta”, asegura un agente. Según el convenio CITES, cualquier animal protegido debe presentar un permiso en la aduana ya que solo está permitido pasar animales domésticos, es decir, perros, gatos y hurones. El portador se enfrenta a una multa de 13.000 euros y será acusado de contrabando de especies. En la misma zona, los agentes interceptan otro vehículo repleto de yogures. El conductor deberá cambiar el destino de los comestibles por la basura para poder avanzar. Cárnicos y lácteos pueden ser fuente de cualquier enfermedad, por lo que se prohíbe la entrada al país de alimentos perecederos cuando superan la cantidad de consumo propio.
Muy cerca, en el Puerto de Melilla, embarcan a diario camiones con destino a la península que, en los últimos tiempos, parecen haberse convertido en el escondite perfecto para los inmigrantes que huyen de África. Además, el tráfico de drogas es común en este punto de la frontera. El pasado año se confiscaron un total de 22.000 kilos de hachís en barcos procedentes de Ceuta. Mientras el equipo del programa habla con los agentes de la Guardia Civil, éstos reciben una llamada: han detenido a un niño con dos kilos de hachís adosados a su cuerpo. Llevar más de 50 gramos de droga es un delito, por lo que el menor pasará a disposición de la fiscalía y será el juez quien determine la pena.
Por otro lado, en la zona norte de la península, se encuentra la aduana de Farga de Moles (Lleida) en la frontera con Andorra, antiguo paraíso fiscal que convierte el paso en una de las principales vías de entrada de capitales. Allí, un agente abre una bolsa de basura con un fajo de billetes en su interior. A España solo se puede entrar o salir con 9.999 euros sin declarar y a partir de esta cifra se considera contrabando de capital, por lo que “este dinero se depositará en una cuenta del Banco de España”, asegura el oficial mientras cuenta los billetes. En 2012, se incautaron en esta frontera 1.700.000 euros sin declarar procedentes del Principado.
Por último, “Callejeros” visita también el puerto de Barcelona, uno de los más importantes de España en cuanto a tráfico y volumen que recibe diariamente más de 4.000 contenedores procedentes de todo el mundo. La Agencia Tributaria y la Guardia Civil trabajan conjuntamente para evitar cualquier tipo de contrabando. Durante la estancia de los reporteros del programa, el operativo detecta un contenedor sospechoso procedente de otro continente que, aunque en su país de origen fue declarado como café, contiene varias bolsas de deporte con paquetes de cocaína.