Pol Morales
Se estrenó con poco más de un millón de espectadores en la AMC, a un paso estuvo de la cancelación, pero esta semana, cinco años después, tiene a cerca de siete millones de estadounidenses pendientes de su final definitivo, por no mencionar la enorme expectación que ha ido generando por medio mundo. ‘Breaking bad’ se despide este domingo con las cotas más altas de popularidad, todavía reciente su reconocimiento (tardío) en los Emmy. La gran duda ahora es si la serie estará a la altura de las expectativas. Algo que no preocupa en absoluto a sus responsables.
Un final de vértigo
“Abrochaos el cinturón de seguridad y agarraos bien al sillón, porque no nos vamos a despedir con lamentos”. Así de convencido se muestra Vince Gilligan, el creador de ‘Breaking bad’, sobre el final de la serie en el especial que la revista ‘Entertainment Weekly’ le dedicó hace unos días a uno de los eventos televisivos más esperados de los últimos años. El actor que encarna a Jesse, Aaron Paul, es todavía más explícito: “Cada episodio será más loco que el anterior (algo que ya hemos podido comprobar). No os importe llevar pañal, porque os vais a cagar”.
El destino de Walt
Si algo nos ha mostrado con absoluta maestría la serie es la increíble transformación del protagonista, un profesor de química anodino, en antagonista, convirtiéndose en un personaje codicioso y sin escrúpulos. ¿Será capaz Walter de mirarse al espejo y darse cuenta del monstruo en el que se ha convertido? “No creo que Walt sea capaz de autoredimirse plenamente por todos sus crímenes”, confiesa Gilligan, “pero ¿puede al menos intentarlo? ¿Puede echarse atrás desde el borde del abismo? ¿O sería una opción peor, llegados a este punto? Esta es una de las cuestiones que quiero que se pregunte la audiencia”.
Pero ¿qué destino quieren los espectadores para Walter White? ¿Queremos para él una especie de redención y que disfrute de su dinero o nuestro final feliz sería que pagara por todos sus crímenes? Gilligan ya ha manifestado sus antipatías hacia el personaje: “Con el tiempo, he ido perdiendo simpatía por Walt, porque los mentirosos no son mi tipo y esa es precisamente su mayor cualidad. Pero hay una gran diferencia entre sentir simpatía y tener interés por alguien, y yo nunca he perdido el interés por él. Walter se ha ido volviendo más fascinante con cada nueva temporada”.
El futuro de los demás personajes
El creador de la serie suelta muy poca prenda sobre el desenlace que les espera al resto de personajes de la serie. Resume su destino de forma escueta. Sobre Jesse: “El estudiante las pasará canutas para convertirse en maestro”. Skyler: “Hará algo definitivo para mantener a salvo a su familia”. Walt Junior: “Desafortunadamente para él, crecerá a marchas forzadas”. Y le dedica a Lydia, la jefa de Madrigal, la frase más sugerente: “Es una Darth Vader con Louboutins”.
Un guión trabajado
A diferencia de otros finales que no vienen al caso, los guionistas de ‘Breaking bad’ han querido dejarlo todo bien atado. Para ello, invirtieron un año en idear un buen desenlace para Walter White, con más de 30 versiones distintas del final, algunas muy parecidas a lo que veremos esto domingo y algunas totalmente opuestas. “Como Gus Fring, tratamos de jugar bien al ajedrez. Consideramos cada movimiento y cada contramovimiento, cada posible muerte. Creemos que es un final satisfactorio”, reconoce para nuestro alivio Gilligan. “Es muy apropiado. Es emocionante. Sin complejos. Y para la mayoría será satisfactorio. Adecuado. Al modo ‘Breaking bad’”.
Teoría de los fans (Lee bajo tu responsabilidad)
A falta de conocer el desenlace definitivo, circula por Internet una teoría muy interesante, pero también muy dolorosa. Algunos seguidores vaticinan la muerte de Skyler a manos de su marido. Y la sustentan con pruebas bastante creíbles, basándose en el ‘flashforward’ del primer capítulo de la quinta temporada, en el que Walt celebra su cumpleaños en un restaurante dibujando sus 52 años con tiras de bacon. Se trata de una tradición que mantenía con Skyler y si algo tiene Walter es la costumbre de adquirir algunos hábitos de la gente que ha matado. De krazy-8, el socio de Jesse en los primeros capítulos, adquirió la costumbre de cortar los bordes de los sándwiches. De Gustavo Fring, el gusto por los Volvo.
De confirmarse esta hipótesis, nos encontraríamos ante un final desolador, trágico, pero tal y como se han sucedido los acontecimientos, totalmente acorde con la evolución de la serie. Este domingo, ‘Breaking bad’ se juega la oportunidad de convertirse en una de las mejores series, si es que no la mejor, de la historia de la televisión.