El próximo miércoles 24 de septiembre Iñaki estrenará en CANAL+ 1 a las 20:00h una nueva entrega del programa con Jorge Valdano como entrevistado.
El argentino cuenta “nunca tuve duda de que sería futbolista”. De su carrera confiesa que la decisión más importante que ha tomado jamás fue venir a jugar a España. “Premedito muy poco, soy una persona bastante espontánea incluso en decisiones grandes de mi vida”, piensa de sí mismo.
Hablan del Mundial de México 86, en el que como jugador de la Selección argentina consiguió el título de campeón. Sobre el gol que marcó en la final contra Alemania afirma que “cuando lo metí tenía casi 30 años, han pasado casi otros 30 y siempre digo que es mejor soñarlo que recordarlo”.
En cuanto al polémico gol de la mano de Dios de Maradona confiesa: “Me di cuenta de que algo pasaba cuando oí gritar gol a Diego, era un grito con duda dentro”. En ese mismo partido contra Inglaterra, tuvo lugar el que es considerado por muchos el gol del siglo: “Cuando Maradona lo metió fui consciente al instante de que entraba en otra etapa de su vida, que estaba en la historia del fútbol en el mismo lugar que Pelé. Necesitaba de un golpe de efecto así porque en aquel momento incluso en Argentina la gente dudaba de su categoría y esa obra le consagraba”.
Retirado ya como jugador, le llama Bilardo para que juegue con la Selección argentina de nuevo: “Por una vez en mi vida dije, voy a hacer lo que siento y no lo que debo, había estado tres años fuera del fútbol y me dijo, si tú me das seis meses de tu vida yo te doy un Mundial. Cuando faltaba una semana me dijo que no me veía. Lo entendí como que a veces uno desafía los límites y estos te ganan, es una muy buena lección para un futbolista porque tenemos una especie de mentalidad de superhéroes y convienen esos aterrizajes”.
De su etapa como entrenador en el Tenerife, recuerda como un momento de presión “el partido en el que todo el mundo daba por hecho que iba a ganar el Madrid la Liga porque yo le iba a facilitar las cosas, algo que llevaba implícita una falta de ética tremenda”. Y sin embargo afirma que en el Real Madrid le enseñaron a competir honestamente. Otra lección de vida de la mano del fútbol, la más importante para él, “es entender al otro. Y en la sociedad el otro cada vez importa menos”.
En cuanto a su paso como técnico en el Real Madrid, admite, refiriéndose a Butragueño, que “sentar a un Dios es dificílismo y si además es amigo, todavía más”. De Raúl dice que “era distinto, era uno de esos jugadores con los que era difícil equivocarse sobre todo por su pasión competitiva. Es un crack mental por su inteligencia, que no sé por qué la gente no se la suele reconocer, y por su entrega. Desafiaba los límites permanentemente y ganaba siempre él”.
En un repaso por buenos líderes para el vestuario dice: “Los jugadores se tienen que creer que hay que encontrar la manera de que salgan a jugar con un estímulo especial. Simeone lo ha hecho de maravilla y lo ha definido entendiendo que el siguiente partido ha de ser siempre una final. Es un caso de liderazgo, uno puede estar más o menos de acuerdo con su juego, pero ha modificado la estructura mental de todo un equipo y de toda una afición que durante mucho tiempo se sintió condenada por la mala suerte y ha hecho que se olvide incluso de la mala suerte”. También tiene buenas palabras para Ancelotti, “es otro caso bueno porque tiene una relación muy natural con los fubtolistas y desde ahí es capaz de imponer sus decisiones”.
Como ex directivo del Real Madrid en la actualidad cree que “el peor sitio para ver un partido es un palco. Yo aprendí autocontrol en el palco y ya puedo ver un partido sin pestañear”. De su club piensa que “ha apostado por los héroes, sabe que para liderar el fútbol mundial hace falta tener grandísimos jugadores cueste lo que cueste porque eso atrae las miradas”.
Ahora mismo, extiende su pasión por el fútbol a otros terrenos gracias a un documental sobre Messi dirigido por Álex de la Iglesia y con su propio hijo como guionista.