Puede que en estos momentos en Mediaset ya estén hablando de la segunda cancelación de ‘Hable con Ellas’, incluso puede ser que el programa termine antes de encontrar a la incansable “quinta” en discordia. Desde que Telecinco estrenara en diciembre la segunda temporada (por llamarlo de alguna manera) han anunciado a bombo y platillo que las cuatro presentadoras no estarán solas, en este caso la nueva compañera saldría de un casting que parece no tener fin.
Las audiencias de ‘Hable con Ellas’ fueron irregulares desde el primer momento, muchas veces ha dependido más del invitado de turno o de la competencia en el resto de cadenas que del formato en cuestión, sin tener en cuenta cuando se emitía tras ‘El Príncipe’, etapa dorada del joven formato. En esta segunda fase han llegado a bajar del 10% de share en dos ocasiones consecutivas, algo que Telecinco no se debería permitir, sobre todo teniendo en cuenta que cualquier reposición o TV-movie de saldo hace mejores datos a esas horas. Aunque para ir detrás de ‘Alatriste’ tampoco está dejando el late-night por los suelos.
Vuelve sin pasar por talleres
A pesar de haber sido cancelado en septiembre, ‘Hable con Ellas’ ha regresado tal y como se marchó, con los mismos defectos y las mismas virtudes, incluso con el mismo casting, porque las cuatro chicas que continúan en el espacio son veteranas, y solo se ha quedado por el camino Alyson Eckman, a la que difícilmente se le va a echar de menos, porque su aportación en plató era nula. ¿Pretendían remontar con las mismas cartas sobre la mesa?
En vez de aprovechar estos dos meses “sabáticos” para incorporar cambios en el programa, Telecinco ha vuelto a confiar en el mismo sarao, con la misma improvisación, y sin sacar jugo a los diversos perfiles de las presentadoras, porque teniendo en plató cada semana cinco mujeres potentes, cada una en su ámbito, no aprovechan para darles un espacio individual, para que al menos haya algo de orden y eso no se convierta en un gallinero. Marca ‘Sálvame’.
Polémicas sin fuste
Tanto el programa, como su director, están sobrados de ego, volvieron como si alguien lo estuviera esperando, como si fueran importantes, dándose un autobombo que en Telecinco es el pan de cada día, pero que en este caso resultó muy poco creíble. Rescataron cuatro recortes de páginas web sobre televisión que hablaban de su regreso, como si hubiera sido la noticia del siglo, y ni mucho menos, porque la expectación por su regreso no llegó al 17% de share, y de ahí ha ido bajando las semanas siguientes.
Han intentado calcar la retroalimentación de ‘Sálvame’, pero el resultado ha sido bien distinto, porque ni el vestido de la Pedroche que se puso Marta Torné (siete días dando la tabarra con el temita, para que luego vayan de abanderadas de la normalidad y el “que se ponga lo que le da la gana”), ni tampoco la tercera visita del pedante Bertín Osborne han hecho que la audiencia caiga a sus pies. Además, es curioso como Sandra Barneda (a la que admiro) haya pasado de ser muy reservada con su vida privada a repetir en varias ocasiones en las últimas semanas que la persona de la que está enamorada es una mujer, me parece perfecto, pero temo que se convierta en la nueva Jesús Vázquez.
¿”La quinta”?
Como digo al principio del artículo, es posible que el programa termine antes de confirmar quien será la quinta presentadora de ‘Hable con Ellas’, aunque sería realmente la octava, y a este paso la última. Por el curioso casting han pasado varias mujeres, desde la estridente Irma Soriano hasta la enigmática María Castro, pero todo apunta a que la elegida será la primera con la que probaron suerte, y tal vez el resto del casting haya sido una manera de hacer pasar el tiempo mientras que Ximena Córdoba pone sus papeles en regla y cierra sus negocios sudamericanos.
Ya anuncian que la mexicana volverá este miércoles a ‘Hable con Ellas’, no sería una sorpresa que llegara para quedarse, y con lo acaparadora que es, miedo me da lo que pueda ser de los pobres invitados. A priori, Ximena parece una chica que se muere por llamar la atención, y seguro que va a eclipsar a sus compañeras, usando su arma sexual, muy evidente en ella desde el primer momento que pisó un plató en España. Pereza.