Antena 3 estrena el jueves en prime time el octavo episodio de la tercera temporada de VELVET. La ficción de SERIES ATRESMEDIA, producida por Bambú Producciones (Gran Hotel, Bajo sospecha), está protagonizada por Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre junto a José Sacristán, Aitana Sánchez-Gijón, Miriam Giovanelli, Cecilia Freire, Manuela Velasco, Adrián Lastra, Amaia Salamanca, Marta Hazas, Javier Rey, Diego Martín, Ginés García Millán y Llorenç González, entre otros.
La vuelta de VELVET viene cargada de emocionantes tramas marcadas por la incorporación de nuevos personajes, interpretados por Raúl Arévalo, Gorka Otxoa y Charlotte Vega, así como las colaboraciones de Rosario Pardo, Silvia Alonso e Ingrid Rubio.
Día y noche (T3 EP 08)
Ana regresa a las galerías dispuesta a luchar por su sueño de ser diseñadora. Pero después de todas las trabas de Cristina y los reveses que su relación con Alberto ha sufrido, está convencida de que para tener una vida plena debe renunciar a Alberto y rompe con él definitivamente.
Meses después ha llegado el gran día y el momento más esperado por Ana: el desfile de presentación de las nuevas colecciones de Velvet, de Raúl de la Riva y Phillipe Ray. Pero lo que debería ser felicidad absoluta se convierte en tragedia por culpa de la ira desenfrenada de Cristina, que pondrá en peligro la colección y el buen nombre de Ana.
Por su parte, Cristina le hace creer a Víctor que el hijo que espera es de Alberto. Ella espera recuperar a Alberto ahora que ya no está con Ana, pero él sigue empeñado en conseguir la nulidad y eso la lleva a tomar medidas extremas en contra de Ana. La crisis de Alberto y Ana ha servido para fortalecer la relación de Mateo y Clara. Sin embargo, cuando las cosas no podrían ir mejor, el primer gran amor de Mateo reaparece en Madrid para sembrarle dudas.
Bárbara y Enrique preparan la colección de joyas junto con Patricia, que ahora está comprometida con Valentín y debe luchar para mantener a su prometido de su lado. Pedro y Rita continúan intentando quedarse embarazados pero no hay resultado. Mientras que Pedro pide ayuda a Emilio para dejar de ser conserje, ella empieza a preocuparse más de la cuenta y a creer que no podrá ser madre.