Los seguidores de toda la vida de ‘Gran a Hermano’ hemos asistido a una mutación del formato que no está gustando en absoluto a los más puristas. Es cierto que para que un programa de televisión se mantenga con vida, es imprescindible innovar y no estancarse, pero lo que están haciendo con los reality-shows de Telecinco va más allá.

1 – La extensión de las galas

Es un clásico siempre que hablamos de ficción nacional, o en este caso también de programas de televisión, sale a relucir la duración de los formatos. No contentos con completar el prime-time, Telecinco también aborda gran parte del late-night con sus realities, alcanzando en muchas ocasiones las cuatro horas de gala semanal.

Y eso cuando solo hay una gala por semana, porque en ‘GH VIP 4’ llegan a tres, incluyendo el debate con Sandra Barneda o el ‘Límite 48 Horas’ también con Jordi González. Demasiado tiempo para tan poco material, aunque se pasaran las 24 horas discutiendo y dando contenidos, el tiempo que dedican a la semana al reality es una pasada. Además, suelen dejar más interesante para la una de la madrugada, mientras que de 22:00 a 23:30 emiten relleno y cebos.

2 – La salvamización del formato

Los cara a cara de cada nominación se han convertido en otro clásico, no hay quién se crea que los porcentajes están reñidos al 50% casi cada semana. Es algo que se lleva haciendo desde que Igor fue repescado en ‘GH 14’. Una vez puede colar, pero año tras año que exactamente se divida el 50% del público es incomprensible.

Con estos duelos aprovechan para emitir vídeos de broncas entre los participantes que están en la cuerda floja, y así poder soltar improperios en directo y conseguir minutos de oro forzando la situación de la casa.

3 – Nominaciones a la cara

Al hilo de lo anterior, el concurso sigue haciendo que los habitantes exploten en directo con las nominaciones a la cara. Que se lleven a cabo una semana puede ser interesante para ver las reacciones, pero que la excepción sea nominar en solitario en el confesionario no tiene sentido. Impiden que los participantes tengan estrategias y por esto nos hemos perdido muchas jugadas que podrían haber entusiasmado a los seguidores de los concursantes más calculadores y competitivos.

4 – Información del exterior

Puede que con esto empezarán antes que con el resto de puntos que enumero en el artículo. Sin embargo, últimamente están abusando de este recurso, ya no sólo corren el riesgo de irse de la lengua los que entran como reserva, cada vez con más manga ancha. Sino que la organización mete a amigos y enemigos de los habitantes con el pretexto de una prueba semanal basada en un balneario.

A Víctor Sandoval se le escapó que la dirección del programa empujó a los visitantes a repetir que estaban siendo unos “muebles” . Este intento por activar a concursantes que no lo están dando todo no les sirvió, pero dio nuevos vídeos, que al final es lo que la organización busca. Incluso en la despedida del expulsado de turno Mercedes Milá ha alentado en más de una ocasión a tirar dardos envenenados, algo que hace años insistían en que “podía causar mucho dolor” a los de dentro.

5 – Protagonistas y secundarios

Siempre ha habido “muebles” en ‘Gran Hermano’, pero llega un punto en el que solo hay dos protagonistas y el resto son simples figurantes. Machacan con los mismos vídeos cada semana, de algún modo tienen que rellenar tantas horas de galas, debates y resúmenes. Últimamente tienden a ensalzar a un concursante y llevarlo hasta la final, defendiendo y excusando todo lo que haga, usando diferente baras de medir a la hora de juzgar, tantos los presentadores como la mayoría de los colaboradores habituales de los programas de Telecinco.

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