Este sábado se celebra la final de la 61ª edición del Festival de Eurovision. Tras la victoria del sueco Mäns Zelmerlow el año pasado, la ceremonia tendrá lugar en Estocolmo. Como en años anteriores, España salta directa a la final, sin pasar por las semifinales.

Barei es la representante española, y ha recibido críticas muy positivas por parte de expertos y seguidores del famoso festival europeo. Sin embargo, los últimos días la madrileña ha caído en las casas de apuesta de pago, de estar en el Top 10 al puesto número 17. Sus ensayos no han cumplido con las expectativas y otros rivales han pasado por encima de ella en la hipotética clasificación. Habrá que esperar a la noche del 14 de mayo para conocer el papel que toma Barei en este espectáculo. Antes de ello mencionamos algunas de las razones por las que debería obtener un buen puesto.

Ha trabajado duro

Pocas representantes españolas han puesto toda la carne en el asador desde el primer momento. Barei ha viajado por toda Europa para dar a conocer ‘Say Yay’, y así proporcionar visibilidad a su trabajo, y en este caso a la “marca España”. Ha estado activa en todo momento a través de las redes sociales, contestando a seguidores y detractores, siempre con respeto y teniendo en cuenta cada crítica constructiva o muchos de los consejos que se le han dado para mejorar.

Creadora y compositora

Barei no se limita a cantar una canción que le han escrito otros, ella es compositora de letra y música, y no es nueva en estas lides, le avala una larga trayectoria, detrás y delante de los micrófonos. A las tablas que tiene sobre un escenario se le suma su experiencia como compositora. Además, también ha querido dar su opinión respecto al estilismo, coreografía o coristas, para que la actuación del próximo sábado lleve su sello y se diferencie de cualquier subproducto. Ha demostrado temperamento y creatividad, no hay más que ver su videoclip, de los mejores que ha enviado España a Eurovision.

En inglés, ¿y qué?

Le siguen lloviendo críticas por representar a España con una canción íntegra en inglés. Lo más extraño es que RTVE cediera, eliminando incluso aquellos coros solapados en castellano, y menos mal. Otros años se han llevado temas compuestos por suecos, ingleses o profesionales de otros países (caso de Pastora Soler o Edurne). No es comprensible que se sienta más patriótica una canción escrita por alguien que probablemente no haya pisado España, que por una muchacha de nacionalidad española. El idioma no debería importar tanto cuando lo que suena es música y hablamos de sentimientos. Sin embargo, no estaría mal aplicar que cada país cante en su idioma, pero que se haga con todos, y ya puestos con los futbolistas de la Liga nacional también.

Afinación sobresaliente

Pocas veces un cantante da tanta seguridad, en sus ensayos o en los innumerables conciertos que ha hecho, Barei apenas ha desafinado, manteniendo siempre una afinación más que correcta. La artista se crece con los directos, y puede que de la sorpresa el sábado. Esperemos que no sea uno de esos casos en los que los nervios juegan una mala pasada, a decir verdad se le ve una chica segura.

Sin grandes ambiciones

No siempre tiene que ganar una actuación con gran despliegue sobre el escenario, lo han demostrado otros años Alemania o Serbia, y puede que este año sea el de Barei. Una puesta en escena minimalista, con cuatro coristas detrás y unas luces que han creado polémica por la sensación de discoteca chunga que dan. Está a tiempo para limar errores, pero al menos no la pueden juzgar por haberse ambientado en el ganador del año pasado, como sí han hecho otros descaradamente. Muchas veces en la simpleza está el buen gusto.
Suerte Barei.

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