Ya ha pasado algo más de un mes desde que empezara ‘Gran Hermano 17’, y la audiencia tiene tan claro como el presentador quién debe ganar este año. Por eso mi propuesta es que finiquiten ya ‘GH 17’ y arranque de una vez ‘GH 18’, sin Jorge Javier Vázquez, por supuesto.

En las primeras seis galas, JJV se ha limitado a leer cue, y cuando se ha ido soltando empeoraba el asunto. Al presentador de ‘Sálvame’ se le ve muy cómodo en la improvisación, mucho más que cuando lee de manera enlatada, y es muy bueno en lo suyo, no se le puede quitar el mérito. Sin embargo, uno no puede hacer todo bien, y el formato de ‘Gran Hermano’ le viene grande. No duda en meterse con familiares o concursantes, y repite incansablemente quién es su favorita, además con recochineo.

“Hamor” se escribe con hache

Dejando de lado el papel del presentador, vamos a centrarnos en los verdaderos protagonistas. Adara no es solo la preferida de JJV, de alguna manera ha influido la constante opinión del presentador y los vídeos que nos encasquetan de ella como víctima y “enamorada”, y como al público votante le encantan estas cursilerías, ya tenemos ganadora. Podemos cerrar.

Uno a uno irán desfilando por la casa los del bando grande, como suele ocurrir en este tipo de concursos. No considero que Bárbara sea una víctima, es una mujer con mucho temperamento y fue la primera que intentó dar de lado a alguien, a Montse sin ir más lejos, a la que acusó de “viciosa y guarra” por hablar de sexo, y luego la vemos abanderada del feminismo, tachando de machista de forma demagoga a Fernando. Aunque el rubio también tiene lo suyo, y no ha jugado para nada bien sus cartas.

La salida de Fer podría beneficiar a Clara, que empezó fenomenal, pero el “enamoramiento” le está nublando la vista, y solo tiene ojos para Fer, y boca para defenderle y saltar a la mínima. No obstante, si nos gustan las broncas, y por eso dejamos a Bárbara en la casa, no entiendo porqué el público nos privaría de una gran concursante como Clara, o incluso Fer puede servir de contrapunto. Aunque tanto los defensores de Clara como los detractores del grupo grande supongo que le quieren fuera.

Un triángulo de pega

Esta edición nos ha traído un triángulo novedoso, y sería sorprendente si el año pasado no hubiésemos vivido la “pasión” de Han y Aritz. Pol, Adara y Miguel protagonizan varias tramas de celos, envidias y golpes bajos. El gallego dice estar “enamorándose” de Pol, y supuestamente nadie en su familia sabe que le gustan los hombres, permitidme que en este caso dude. Pol y Adara continúan con sus piquitos desagradables, con menos credibilidad todavía que la cabellera de Miguel.

No me creo a ninguno de los tres, pero como es la única historia que nos venden en las galas con musiquita hipnotizante, pues caemos como moscas. De este modo, Adara repite el perfil de Sofía, Paula o incluso Susana, su único cometido fue “enamorarse” en la casa y después caer como víctima por cualquier razón. A veces se lo ponen en bandeja, como Paula con Omar, o metiendo también a la ex de Dani en la edición de Susana, pero esta vez no ha hecho falta nada de eso, Adara se pone celosa hasta del aire que roza a su chico, y ya por eso merece la victoria, porque la joven Don de palabra no tiene, más bien es un poquito “pesaaaaada” (como repite ella).

El resto ahí siguen, todo en orden

Siempre hay muebles en ‘Gran Hermano’, y este año hasta los menos movidos han regalado alguna bronca, roce o vídeo de “hamor”. El colmo ya es la relación entre Meritxell y Alain, que no creo que sean más que amigos, pero cualquier excusa es buena para que el programa monte uno de sus vídeos “románticos”. Lo de Rodrigo y Bea podría ser más serio, pero no parece que vaya a ocurrir dentro de la casa, el chico además no aporta mucho más.

Noelia iba a ser la graciosa del grupo, pero nos equivocamos, en estos momentos es la que menos pinta en la casa, pero por descarte seguirá aguantando hasta que no haya más remedio. Tampoco entiendo que hayan introducido en el juego a alguien como Rebeca, solo coquetea con los chicos, al parecer para fastidiar a las mujeres de la casa, aunque no les hace falta mucho para morir de celos, son bastante penosas en ese sentido.

Lo curioso es que esta chica entró en la casa con Adara como favorita, y al ver su actitud en la casa se ha cambiado de bando sin dudarlo. Por algo será. Desde fuera todo se ve muy bonito con los vídeos montados y la opinión del presentador masticada, pero nunca nos paramos a pensar qué estará haciendo mal esa persona para que toda la casa esté en su contra. Por no hablar de las veces que cambian la mecánica para favorecer a Adara y cía. El público vota desde la aclamada APP, siempre después de que presentador o colaboradores nos metan con calzador el nombre de la persona que debemos votar, ¿y si la audiencia al final no es tan (lista) soberana?

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