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Las series dirigidas al público juvenil vuelven a ponerse de moda, y abren su abanico a otros rangos de edad que pueden estar interesados en el subgénero, con tramas más maduras en general. En España ‘Merlí’ abrió la veda, con una historia llena de verdad y lejos de las tramas surrealistas que nos suelen ofrecer este tipo de ficciones, tanto a nivel nacional como fuera del país. Lejos han quedado productos como ‘Al Salir de Clase’, ‘Física o Química’ o ‘Sensación de Vivir’, que fueron hitos en sus respectivas épocas, pero que ahora no tendrían el mismo respaldo del público, que clama algo más cercano, y estas son las razones:
Lenguaje auténtico
Las expresiones que usan los protagonistas de ‘Élite’ y ‘Skam España’ apenas se distancian de la realidad, por lo que los espectadores que tengan entre 15 y 20 años se pueden sentir identificados con sus conversaciones. Los guionistas de ambas series están al tanto de cómo hablan y cómo actúan los adolescentes de hoy en día. Además, eso se nota también en la música elegida por los responsables de las ficciones de Netflix y Movistar Series, que también está ligada a los gustos de los adolescentes de hoy, teniendo como eje temas o artistas relacionados con ‘OT 2017’, por ejemplo.
La edad de los actores
En esto acierta mucho más ‘Skam España’, que siguiendo la estela de la original, ha optado por contratar a actores verdaderamente adolescentes, al menos en su mayoría, y sin la necesidad de que sean reconocidos por el público. En cambio, ‘Élite’ ha pecado en cegarse por la popularidad de su plantilla, teniendo como referencia el éxito de ‘La Casa de Papel’, y haciendo que actores de más de 20 años se hagan pasar por adolescentes. Es algo en lo que las series van mejorando, pero todavía queda mucho por hacer, porque tamaña diferencia de edad en ocasiones chirría.
Capítulos y temporadas cortas
Las plataformas como Netflix o Movistar Series están apostando seriamente por ofrecer producción propia sin necesidad de alargar cada capítulo 80 minutos, como sigue ocurriendo en las generalistas, aunque algunas han prometido que lo cambiarán a partir del año que viene. Reducir a 8 ó 10 el número de episodios de cada temporada también juega a su favor, lo malo es que nos dejan con ganas de más y nos puede saber a poco, pero ahí reside la estrategia, y funciona muy bien, sin saturar a la audiencia. Así recibimos con más ganas las nuevas entregas.
Proyección internacional
A la vez que nosotros podemos aprovecharnos de las características globales que ofrecen las plataformas mencionadas, en otros países también disfrutan de nuestras series, y así se están convirtiendo en éxito. ‘Élite’ funciona de maravilla y ya ha renovado por una segunda temporada, y en el caso de ‘Skam España’ puede que no sea tan rotundo, pero la serie es una adaptación de una ficción noruega, de hecho los personajes y las tramas son las mismas, y también se ha extendido a otros países como Italia. Eso sí, la original da mil vueltas a la española, pero eso es algo que suele ocurrir.
El uso de las redes sociales
‘Skam’ se diferencia del resto de series porque a lo largo de la semana nos van contando el día a día de cada personaje desde sus ficticias cuentas de Instagram, Twitter o Snapchat. Es una forma diferente de seguir las historias de los protagonistas, con vídeos cortos o capturas relacionadas con lo que ocurrirá en el próximo capítulo. En ‘Élite’ no llegan tan lejos con el uso de estas herramientas, pero los actores y actrices de la serie han incrementado notablemente su número de seguidores en redes desde que se estrenara la serie de Netflix, alguno de ellos ha llegado a subir un 1000% el total de sus fans.