Nova y Divinity están lidiando una batalla peculiar, su objetivo en los últimos meses es posicionarse como el canal que más telenovelas turcas ofrece a su público. Nova comenzó con la moda de la mano de ‘Fatmagül’, que se despidió marcando récord en el canal, por encima del 6% de share, con más de 850.000 espectadores pendientes del desenlace.
Otra de las series turcas que Nova lanzó en aquella época llevaba por título ‘Amor de Contrabando’, que también consiguió buenos datos para el canal, pero pasó más desapercibida que ‘Fatmagül’, que obtuvo una media del 4,1% de share en todas sus emisiones en Nova. Además, Atresmedia decidió llevar la serie a su canal principal durante la recta final de la misma, para ganar nuevos adeptos y dar la oportunidad de vivir el fenómeno al gran público, aunque la acogida no fue tan llamativa como en las audiencias de Nova.
Divinity sigue los pasos
La competencia está a la orden del día en la televisión, y el competidor más directo del canal Nova es Divinity. Ambas cadenas luchan por el mismo target, público femenino adulto. Una vez comprobada la eficacia de las telenovelas turcas, Divinity no dudó en lanzarse a la piscina y adquirir este tipo de producto del mercado internacional. La primera gran serie del canal rosa fue ‘Kara Sevda’, que se llegó a estrenar en la tarde de Telecinco, dentro del contenedor ‘Sálvame’, y también aprovecharon el tirón para que se viera por primera vez en diferentes canales de Mediaset España.
La apuesta del grupo de comunicación por ‘Kara Sevda’ ha provocado todo un despliegue, y no solo en el inicio de la serie, sino que continúan dando bombo a la ficción desde diferentes programas. Por ejemplo, en ‘Cazamariposas’, analizan a sus personajes y sus relaciones como si del clan Pantoja o Jurado se tratara, con expertos invitados en plató y reportajes especiales.
La importancia de las redes sociales
El éxito de ‘Kara Sevda’ traspasa la pantalla, no solo aumenta la audiencia media de Divinity, sino que también consigue colarse entre los Trending Topic de Twitter casi a diario. Este fenómeno es habitual en reality-shows con emisión 24 horas de la vida en directo, o en programas en los que se descubren nuevos talentos como ‘Operación Triunfo’ o ‘La Voz’. No es habitual que una telenovela sea cada día uno de los temas más comentados en Internet.
Divinity se lo pone fácil a los espectadores con hashtags que van cambiando según el capítulo, como #CapitulazoKaraSevda o #NocheDeInfartoConKaraSevda, entre otros ejemplos que van variando dependiendo de la trama. Las cifras que están cosechando estas ficciones emitidas por Nova y Divinity no son habituales en canales temáticos, acostumbrados a cuotas de pantalla más bajas y audiencias que suelen pasar desapercibidas. Pero es que la moda de las telenovelas turcas ha llegado a Internet y a las redes sociales.
De Latinoamérica a Turquía
A comienzos de la década de los 90 las telenovelas estuvieron en auge en España. Fue una moda duradera, pero hacía años que se daba por superada, con historias sobre amores imposibles y personajes totalmente exagerados y sacados de contexto. En la televisión turca han sabido transformar las telenovelas, y aunque la esencia siga siendo la misma, han dado con la clave para volver a ponerlas de moda, compitiendo con un mercado como el latinoamericano.
No es algo que solo ocurra en España, aproximadamente 156 países compran las casi cien series que Turquía produce anualmente. El país se ha convertido en una potencia televisiva mundial desde que, en 2014, el canal chileno Mega empezara a emitir ‘Fatmagül’. Curiosamente en España la carta de presentación también fue esa misma serie de la que hemos hablado anteriormente, con Nova como anfitriona.
Parece que esto no termina aquí, a esta guerra todavía le quedan unas cuantas batallas. El canal de Atresmedia se ha volcado con el estreno de ‘Madre’, su nueva serie turca basada en un exitoso drama japonés. A su vez, Mediaset España no para de promocionar la continuación de sus dos ficciones más nuevas en el género, ‘Sühan’, que estuvo nominada a un Emmy, y la rompedora ‘Stiletto Vendetta’.
Han llegado para quedarse, y con el tiempo puede que lleguen a ser recordadas como hoy en día siguen grabadas en nuestra retina ‘Esmeralda’, ‘La Usurpadora’ o ‘Rubí’. En la década del 2000 también hubo un pequeño empujón en el género con ‘Pobre Diabla’, Yo soy Betty, la fea’ o la exitosa ‘Pasión de Gavilanes’.