Ahora que tenemos una amplia gama de barcos en alquiler a los que podemos acceder para surcar los mares a nuestro ritmo, disponemos también de un medio para soñar con aquellas aventuras que tantas veces hemos visto en las películas.
Y es que los barcos han tenido precisamente un papel protagonista, nunca mejor dicho, en el ámbito del cine. Navíos de todo tipo han atravesado los mares para vivir experiencias increíbles y resolver misterios de toda índole. Recordemos algunos de los más emblemáticos de la historia cinematográfica.
El Titanic
James Cameron lo hizo tan bien con esta película, que es prácticamente imposible no recordar la historia del Titanic sin acordarse del filme. Durante tres horas y cuarto de película, el director recreó lo ocurrido la noche del 14 al 15 de abril de 1912, cuando el transatlántico RMS Titanic, el mayor barco de pasajeros del planeta al finalizar su construcción, se hundía al chocar con un iceberg en su viaje inaugural.
El Titanic tenía 882 metros de eslora y capacidad para casi 2.500 pasajeros. Paradójicamente, sus propietarios había, afirmado que era “insumergible”. Pero su destino demostró que sí, y la tragedia hizo que falleciesen más de 1.500 personas de las 2.223 que viajaban a bordo, constituyendo uno de los naufragios más grandes de toda la historia.
La Reina de África
La Reina de África, nombre de la película que protagoniza también, es un lanchón que no puede faltar en esta lista, ya que se convirtió en uno de los más míticos barcos al ser testigo de la ruta fluvial que realizaron dos de los principales actores de todos los tiempos entre territorios coloniales, después de estallar la Primera Guerra Mundial. Hablamos obviamente de Humphrey Bogart y Katharine Hepburn.
Con ellos nos embarcamos en una historia de aventuras y romántica que consiguió el éxito en la década de los cincuenta. Bogart conseguía su único premio Óscar gracias a ella, y la película otros tres premios de la Academia: al mejor director (John Huston), la mejor actriz principal y el mejor guión. Cuarenta años después fue considerada una obra “cultural, histórica y estéticamente significativa” por parte de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
La Perla Negra
Había una vez un velero bergantín de tres palos que con 32 cañones por banda no corta el mar, sino vuela. Seguro que ya sabes de cuál estamos hablando, ¿verdad? En efecto: la Perla Negra, el barco más rápido de todo el Caribe, a los mandos del capitán Jack Sparrow (Johnny Depp).
Sparrow se disputa con Héctor Barbossa (Geoffrey Rush) el liderazgo de esta nave, y es uno de los poquísimos personajes con más peso que el propio barco en Piratas del Caribe. En esta película disfrutamos de sus aventuras para recuperar la Perla, un navío que en origen era un barco negrero, pero que Jack Sparrow rescató para utilizarlo para la piratería.
Más adelante pasaría a formar parte de la tripulación maldita de Barbossa, hasta el momento en que Sparrow volvía a recuperarlo después de romperá la maldición del oro azteca, en la primera película de la saga.