La formación que se recibe en una Escuela de cine impacta en la carrera profesional de los alumnos, y es que sienta las bases para realizar producciones de calidad que sean bien recibidas por la crítica y los espectadores. Un caso de éxito es la miniserie Arde Madrid, estrenada en 2018.
En esta película, donde ha participado Arturo Artal, antiguo alumno del Máster en Postproducción Audiovisual de la Escuela Universitaria de artes TAI, ha contado con la participación de actores reconocidos y con grandes profesionales de la industria del cine nacional. La Escuela Universitaria de Artes TAI es un espacio de vanguardia y referencia para la formación en disciplinas artísticas, como la formación en cine, en música, en artes visuales o en artes escénicas.
Este tipo de escuelas fomentan la creatividad, que es el factor más buscado y valorado por los alumnos. Ubicada en el centro de Madrid, es el mayor campus de artes de España y el origen del nacimiento de profesionales que han participado en multitud de películas y cortos, como Arde Madrid.
Una crítica de Arde Madrid
La miniserie, dirigida por Paco León y Anna R. Costa, redescubre el personaje de Ava Gardner recreando la estancia de la conocida artista en Madrid a principios de los años 60 cuando el franquismo estaba en pleno esplendor. Se utiliza el personaje como vehículo para tratar otros temas interesantes, como la liberación femenina o las relaciones sexuales en la época.
Una de las actrices protagonistas, Inma Cuesta, interpreta el papel de una mujer de servicio que enseña labores domésticas y formas de comportarse a las mujeres frente a los hombres. Es contratada para espiar a Ava Gardner, puesto que el régimen sospecha de sus valores comunistas y su falta de valores morales de la época.
Todo ello crea una trama que tiene como pretexto hablar de la liberación sexual femenina durante la etapa franquista utilizando a Ava Gardner como icono, puesto que no tiene reparos en hablar del tema y que no ve la promiscuidad como algo indecente, un pensamiento revolucionario en la época en España.
Los criados como centro de la escena
En la miniserie, los criados toman las riendas de la acción. Mientras que el papel que representa la actriz Inma Cuesta muestra su despertar sexual, el de Paco León experimenta un despertar romántico. Toda la trama transcurre entre lo cómico y humorístico y lo dramático de la época.
Una comedia elegante e inteligente que se introduce en profundidad en la forma de representar los personajes de la época utilizando todo tipo de juegos de palabras. El humor negro, con chistes sobre el sexo, el franquismo o la comunidad gitana mantienen al espectador enganchado a una trama que siempre encuentra formas de sorprenderte.
En definitiva, una miniserie que ha tenido un gran éxito entre la crítica y los espectadores donde han participado profesionales del cine y las artes con gran renombre en nuestro país, algunos de ellos formados en escuelas como TAI.