Pol Morales

Parecía el negocio del siglo. La cadena de televisión que hoy monopoliza el mundo del corazón contaba con una de las grandes protagonistas de la prensa rosa entre sus filas. En una jugada estratégica sin precedentes, Telecinco aprovechaba los apuros económicos de Isabel Pantoja por su imputación en el caso Malaya para ofrecerle un contrato difícil de rechazar y que los rumores sitúan en torno al millón de euros. Pero un año después de que la tonadillera pisara por primera vez los pasillos de Fuencarral tras años de enfrentamientos, ambas partes han decidido cancelar el acuerdo por anticipado, según ha informado Exclusiva Digital.

 

La ruptura de este breve matrimonio de conveniencia, de sólo doce meses, llega justo en el momento que debía ser más rentable para la cadena de Vasile, en pleno proceso judicial del caso Malaya, tan sólo unos días después de que Isabel Pantoja se sentara en el banquillo junto a Maite Zaldívar y Julián Muñoz y días antes de conocerse un veredicto que podría llevarla a prisión por blanqueo de capitales. Al parecer, la cantante se ha negado a someterse al tercer grado de un ‘Deluxe’ y esta podría haber sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia en Mediaset.

 

Sin embargo, una vez consumado el divorcio y echando la vista atrás, parece que la decisión de Telecinco de romper lazos con la Pantoja estaría más justificada por razones de rentabilidad que por la última pataleta de la cantante. Su paso por la cadena de Fuencarral, con las cifras en la mano, ha sido sin duda menos suculento de lo que Vasile esperaba.

 

Aparición apoteósica

El 16 de junio de 2011 fue la fecha escogida para que Isabel Pantoja debutara en Telecinco tras años de rencillas y querellas. La tonadillera era recibida en su casa de La moraleja con honores de superestrella para ser entrevistada después en el plató de ‘Supervivientes’ por Jorge Javier Vázquez, el que fuera su enemigo público número uno durante la época de ‘Aquí hay tomate’. La expectación y el morbo por comprobar quien se bajaba más los pantalones le otorgó al programa un arrollador 27% de ‘share’, una cifra nada desdeñable pero que se vería superada en las emisiones posteriores hasta alcanzar el 39% de la gran final.

 

Navidad agridulce

En cuestión de meses, Isabel Pantoja pasaba de ser I.P. a la reina de la copla en Telecinco. En un lavado de imagen tan precipitado como inverosímil, la cadena anunció a bombo y platillo una gala navideña producida por José Luis Moreno con los grandes temas de la cantante. Sin embargo, tras la intensa campaña de promoción, el especial ‘A su manera’ se convertía en la tercera opción en la noche del 25 de diciembre con un 14,3% de ‘share’, por detrás del cine de La 1 y Antena 3.

 

Pantojazo en las Campanadas

A la nueva pareja formada por Maribel y JJ Vázquez se le unió Kiko Rivera, incluido también en el pack pantojil adquirido por Telecinco, para dar las que estaban llamadas a ser como las mejores campanadas de la cadena privada. Y así fue. Con exclusivas y baile de por medio, la cantante y el presentador badalonés lograron un 22% de audiencia, superando, aunque sólo fuera por un punto, el récord alcanzado por Belén Esteban y su nuevo rostro. El fichaje parecía más que amortizado.

 

La traición

Pero si existe un hecho que ha marcado un antes y un después en esta etapa de conciliación entre Telecinco e Isabel Pantoja ese ha sido sin duda la llamada a ‘Espejo público’ el pasado mes de febrero. La tonadillera entró repentinamente en el programa de Antena 3 y le regaló a Susana Griso una exclusiva que supieron mantener a buen recaudo y explotar al máximo. Sin pagar ni un duro.

 

Vasile percibió la intervención de su fichaje estrella como alta traición y a partir de ese instante se hizo añicos el pacto de no agresión hacia la cantante. Isabel se vio obligada a intervenir de urgencia en el programa de Maria Teresa Campos ‘Qué tiempo tan feliz’ (ante un 12,9% de la audiencia), pero la auténtica vendetta del italiano llegaría un mes más tarde con la emisión de ‘Mi gitana’, la miniserie que hasta ese momento permanecía guardada en un cajón por abordar los capítulos más espinosos de su vida, affaire con Julián Muñoz incluido. La serie no sólo fue un éxito en pantalla, con un 20% de ‘share’, sino también en las redes sociales, donde fue la comidilla de los internautas.

 

Censúrame

El programa que más ha sufrido las consecuencias de la corriente favorable a Isabel Pantoja ha sido sin duda ‘Sálvame’. Con el desembarco de Chelo García Cortés y demás secuaces de la cantante, los colaboradores más detractores, con Mila Ximénez al frente, tuvieron que asumir las nuevas consignas de la cadena, que prohibían cualquier crítica a la viuda de Paquirri. Este repentino cambio de tratamiento, junto a otros factores, como el desgaste, podrían ser el motivo del paulatino descenso de audiencia que ha sufrido el espacio de Jorge Javier Vázquez en los últimos meses.

 

Con el caso Malaya de plena actualidad, los responsables de Mediaset se habrán preguntado de qué manera explotar una gallina de huevos no tan dorados. Ante la negativa de la cantante a someterse al juicio paralelo de ‘Sálvame’, sólo hace falta repasar su paso por el canal y sacar conclusiones: Isabel Pantoja resulta mucho más rentable para Telecinco como enemiga que como aliada. Así, mientras la cadena hace balance de un fichaje finalmente estrellado y afila cuchillos de cara a la sentencia, a la imputada sólo le queda autoflagelarse por haber picado el anzuelo de un contrato muy poco rentable.

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