Ser apartado definitivamente del servicio mientras lleva a cabo una peligrosa misión en el extranjero es la pesadilla que vive un agente de inteligencia estadounidense. Esta situación constituye el punto de arranque de “Último aviso”, remake de la aclamada serie estadounidense de Mel Brooks “Superagente 86” que Factoría de Ficción estrenará el próximo 14 de marzo y que emitirá de lunes a viernes, a partir de las 21:20 horas.

La lucha de un ex-espía por descubrir quién le ha defenestrado

Sin dinero, sin contactos, sin armas, bajo vigilancia permanente y con órdenes estrictas de no salir de Miami: así es cómo se encuentra Michael Western (Jeffrey Donovan), agente del servicio de inteligencia estadounidense que tras pasar diez años arriesgando su vida en peligrosas misiones ha sido repentinamente incluido en la “lista negra” del Gobierno.

¿Quién le ha traicionado y por qué? Éste es el interrogante que obsesiona al joven y que tratará de esclarecer con la ayuda de Fiona (Gabrielle Anwar), su singular ex-novia, y Sam (Bruce Campbell), ex-agente de la Marina, mientras su madre Madeleine (Sharon Gless) le prestará ayuda logística y le buscará modestos clientes.

Un ex-agente de espionaje y su singular equipo de colaboradores

Un espía defenestrado con más de diez años de experiencia a sus espaldas, una experta en explosivos que militó durante más de una década en el IRA, un agente militar de operaciones semi retirado y una madre hipocondríaca e incontrolable comenzarán a colaborar juntos en Miami.

Michael Westen, un ex-agente de Inteligencia obligado a iniciar una nueva vida

Después de servir a su país durante una década como agente encubierto, Michael Western es inexplicablemente desautorizado durante una operación en un país africano. Tras regresar a Miami, recluta a dos amigos, una ex-activista del IRA y una antiguo oficial de inteligencia de la Marina, con un doble fin: descubrir el motivo por el que ha sido apartado del servicio y ofrecer su experiencia a personas desesperadas que no pueden acudir a la policía.

Fiona Glenanne, una experta en armas y explosivos

Durante 14 años, Fiona formó parte de las filas del IRA hasta que decidió dejar la organización terrorista motu propio. Desde entonces, la joven ha subsistido utilizando su extraordinaria habilidad con los explosivos, las armas y el combate cuerpo. Western vivió hace años un apasionado romance con ella, relación que concluyó cuando él la dejó sin darle ninguna explicación. La imprevisible joven decide ayudar profesionalmente a su ex-pareja mientras pone en marcha un estudiado plan para reconquistarlo.

Sam Axe, un antiguo oficial de inteligencia de la Marina y amigo personal de Western

Apuesto y bondadoso: así es Sam, ex-Navy Seal y oficial de Inteligencia de la Marina estadounidense con el que Michael participó en arriesgadas misiones. Cuando Michael vuelve a contactar con él en Miami, Sam, dedicado a seducir a maduras millonarias que llegan a Miami para vivir una segunda juventud, decide colaborar con su amigo, labor que compagina con su faceta como informador del F.B.I.

Madeline Westen, una madre obsesionada con mantener unida a la familia

Su hijo Michael tenía 17 años cuando abandonó el hogar familiar para alistarse en el ejército y desaparecer. Años después, la viuda Madeline Western recibe una gran alegría cuando su hijo pródigo regresa a Miami tras su larga ausencia. Fumadora empedernida e hipocondríaca, la mujer decide proteger a su primogénito y buscar la manera de que éste y su hermano Nate (Seth Peterson) hagan las paces. Mientras juega a las cartas con los vecinos, envía a Michael diversos clientes, le facilita importante información y le deja utilizar su domicilio como “vivienda segura”.

Michael investiga el robo de una obra de arte

En el primer episodio de la ficción, durante una misión en Nigeria, el agente Michael Western descubre que ha sido “quemado”, argot utilizado para indicar que ha sido apartado definitivamente del servicio. Sin recursos y con las cuentas corrientes canceladas, Michael logra salir del país africano y regresar a Miami, la ciudad en la que creció. Para subsistir, decide trabajar como agente clandestino mientras investiga cómo ha sido incluido en la lista negra del Gobierno. En esta situación límite, el joven pide ayuda a dos viejos amigos: Fiona y Sam.

Gracias a un conocido, Western lleva a cabo una pequeña investigación: Javier, un portero de una propiedad, ha sido acusado de robar una valiosa obra de arte a Graham Pyne, la persona para la que trabaja. A pesar de que Javier no puede pagarle una gran suma de dinero por su servicio, Michael decide aceptar el caso.

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