A las 22,45
Karim es seguidor del Rayo Vallecano y su casa está muy cerca del estadio madrileño. Todas sus ventanas dan al campo, incluso desde la cocina o el baño puede seguir los partidos. En Málaga, Marta tiene 500 plantas en una terraza de 16 metros cuadrados y para ella cuidarlas es el trabajo que más le gusta hacer. Además, en El Raval de Barcelona, una vecina lleva seis años intentando vender su casa con terraza, pero el barrio está invadido por la prostitución y nadie quiere comprar en la zona. El arquitecto y propietario de una casa de 360 metros cuadrados también tiene terraza y asegura que es el mejor sitio para dormir la siesta.