- La familia Navarro, que ocupará el lugar de los Berhanyer en la tribu etíope, está formada por un matrimonio con deseos de vivir nuevas experiencias, una hija de físico imponente y un hijo aficionado a los juegos de ordenador
- Los San Sebastián han llegado a un límite: no pueden soportar el calor sofocante de Togo y los trabajos físicos que les exigen los Tamberma
- En el Amazonas arrecian las lluvias torrenciales y a los Merino no les quedará más remedio que adaptarse al clima y a las peculiares costumbres de los Shiwiar
Una nueva familia llega a la tribu de los Suri: los Navarro, procedentes de Sevilla, ocuparán el lugar de los Berhanyer, en la cuarta entrega de “Perdidos en la tribu”, presentada por Raquel Sánchez Silva, que Cuatro ofrecerá mañana miércoles 9 de mayo a las 22:45 horas.
Los miembros de la familia Navarro:
- Jose, 51 años. Es el padre de familia de los Navarro y trabaja como técnico de bingo. Nervioso y muy hablador, le gusta mucho bromear y apenas tiene sentido del ridículo. Es un hombre muy religioso y un gran protector con los suyos. Le gusta tanto su tierra que apenas ha salido de ella. Viaja a la tribu con la intención de volver a enamorar a su mujer, ya que actualmente están pasando por una crisis y siente que la está perdiendo.
- Isabel, 49 años. Divertida y algo nerviosa, necesita encontrarse y dar un giro completamente a su vida. Desde hace un tiempo no se siente tan a gusto con su marido y a veces le saca de quicio. Su sed de aventura es tan grande que no le importa el riesgo que deba asumir. Presumida como su hija, es afable y muy cercana. Eso sí, cuando se molesta sus enfados no pasan desapercibidos.
- Chabeli, 24 años. Su físico imponente le ha llevado a ejercer como modelo, pero en los últimos tiempos trabaja en un bar debido a los celos de su novio. Preocupada siempre por su imagen, sería incapaz de salir a la calle sin sus extensiones, sus uñas postizas o la permanente de sus pestañas. Sensible y bastante cabezota, Chabeli se sube por primera vez a un avión y tendrá sus primeros contactos con los insectos y otros animales que le aterran.
- Antonio, 20 años. De imagen más informal que su hermana, adora los juegos de rol por Internet y se pasa el día delante del ordenador. Toca la guitarra y es un gran aficionado a la fotografía. Aunque no se altera con facilidad, su hermana puede llegar a sacarle de sus casillas. Desde su punto de vista, ella es la más débil de la familia y está seguro que le resultará gracioso verla adaptarse a las costumbres de la tribu.
Los San Sebastián sufren el rigor del clima de Togo
En Togo, la crisis de los San Sebastián se acentúa. Cada día están más incómodos en la tribu: el asfixiante calor les resulta insoportable y los desacuerdos con los Tamberma con motivo del duro trabajo comienzan a abrir una brecha que puede convertirse en irreparable.
Además, Mikel se encuentra cada vez más débil y las dudas asaltan a toda la familia a la hora de pensar en su futuro en el programa. A Billy le obligan a trabajar de nuevo en el campo y Nanda deberá ir sola a recoger leña como castigo ante la poca colaboración que hasta el momento ha mostrado.
Mientras tanto, Okaritz y Eneritz tendrán que formar parte de una pintoresca actividad tamberma: lavar a los hombres del poblado tal y como hacen todas las mujeres de la tribu, una costumbre que a las hermanas no les resultará nada fácil. Además, a todos los problemas de la familia en la tribu se le une uno más: la relación de Eneritz y Billy no pasa por su mejor momento.
Los Merino tratan de adaptarse a las extrañas costumbres de los Shiwiar
Al otro lado del Atlántico, los Merino comienzan a sufrir las inclemencias del tiempo en un lugar tan hostil como el Amazonas. Comienzan las lluvias interminables pero los Shiwiar siguen exigiendo a la familia el mismo esfuerzo que cuando hace calor.
En esta ocasión, las mujeres de la familia tendrán que ir a recolectar yuca, fruto con el que se elabora la “chicha” de la tribu y, gracias a esta actividad, comenzarán a valorar el verdadero trabajo de las mujeres del poblado.
Pero a pesar del duro esfuerzo de toda la familia, los primeros conflictos entre madre e hija comienzan a aflorar. Por su parte, los hombres acompañan a la tribu a uno de sus tradicionales ritos espirituales.
Además, los hermanos comienzan a practicar con las lanzas, una de las herramientas más utilizadas por la tribu a la hora de defenderse y de cazar.