Pol Morales
Llega 2013 y las cadenas estadounidenses ya pueden hacer balance de la cosecha otoñal, la época televisiva más importante del año. Como es habitual, la revista ‘Entertainment weekly’ ha puesto nombre y apellidos a los aciertos y errores de la temporada. Una temporada atípica en la que el panorama ha dado un vuelco y lo que parecían valores seguros se han convertido en sorprendentes fracasos. Y viceversa. Hagamos pues un repaso a las apuestas que triunfan en Estados Unidos y también a sus pinchazos.
Ganadora: La NBC
Como mencionan en la revista, la fórmula karaoke + apocalipsis ha catapultado a la cadena del pavo real al primer puesto durante este otoño, algo impensable hace sólo unos meses. El éxito se lo deben sobre todo a la tercera edición de ‘The voice’, pero no hay que desmerecer la inesperada buena acogida de dos series por las que muy pocos apostaban: ‘Revolution’ y ‘Chicago Fire’. La duda ahora recae en si la NBC será capaz de mantener esos buenos datos una vez finalizado el concurso musical. Hay serias dudas.
Perdedora: La Fox
En la otra cara de la moneda se encuentra el canal de Rupert Murdoch, que este otoño ha descendido un 30% de audiencia, la caída más importante de todas las generalistas estadounidenses. No han ayudado estrenos como los de ‘The mob doctor’, incapaz de sustituir a la imbatible ‘House’. Ni tampoco la segunda edición de Factor X, que ni con Britney Spears en el jurado ha sido capaz de ganarse el favor del público. Pero en enero pueden cambiar las tornas. Regresa ‘American Idol’ y llega un plato fuerte de la temporada: la serie de Kevin Williamson con Kevin Bacon ‘The Following’.
Ganadoras: Las series por cable
Las cadenas de pago han pulverizado récords este otoño con el retorno de sus series emblemáticas. Los antihéroes y el ambiente oscuro triunfan en la pequeña pantalla y así lo demuestran las audiencias de ‘Dexter’ y ‘Homeland’ en Showtime o las de ‘American Horror Story’ y ‘Sons of anarchy’ en FX. Pero para éxito el de la tercera temporada de ‘The walking dead’, que con una media de 13,5 millones de espectadores y unos demográficos de 7,2 deja a las cadenas generalistas con una auténtica crisis existencial.
Perdedoras: Las sitcoms
Una fórmula infalible hace unos años parecía volver a resurgir con ‘Modern family’ y ‘New Girl’, de ahí que las cadenas se lanzaran a estrenar comedias como churros. Pero las claves del éxito no parecen tan sencillas de conseguir, sobre todo tras los discretos índices de audiencia de ‘Guys with kids’ y ‘The new normal’ en la NBC, ‘Ben and Kate’ y ‘The Mindy Project’ en Fox o ‘Partners’ en la CBS. Mención aparte merece el batacazo de ‘Animal practice’ en la NBC, donde por otro lado se ha cosechado el único éxito de la temporada en materia de ‘sitcoms’, la comedia de Matthew Perry ‘Go on’, otra de las beneficiadas por ‘The voice’.
Ganadores: Los hombres
Si el año pasado fue el turno de las chicas, con la buena acogida de ‘2 Broke Girls’, ‘New Girl’ o ‘Don’t trust the B—- in Apartment 23’, este otoño ha sido mucho más cálido para los chicos, capitaneados por ‘Arrow’, el gran éxito que no veía el canal CW desde ‘Crónicas vampíricas’. A Stephen Amell se unen Michael Chiklis y Dennis Quaid en la CBS con ‘Vegas’ y otro de los triunfadores inesperados de la temporada, Jonny Lee Miller y su versión de Sherlock Holmes ‘Elementary’. Por último, no conviene olvidar al elenco masculino por antonomasia, el del cuerpo de bomberos de ‘Chicago Fire’.
Perdedores: Los sistemas de medición de audiencias
Parece que el problema de cuantificar el número de espectadores de un programa televisivo es común en todo el planeta. Y en Estados Unidos todavía no han encontrado un método fiable para contabilizarlos. ¿Cuánta gente vio el estreno de ‘Modern family’ en la ABC? Imposible calcularlo a ciencia cierta con los nuevos hábitos de consumo. La empresa Nielsen parece que ya ha incluido los visionados del sistema DVR, presente en el 46% de los hogares estadounidenses. Pero todavía falta por incorporar a la audiencia online, de vídeos bajo demanda y de ‘streaming’. Mientras crece la televisión a la carta, la publicidad todavía sigue rigiéndose por un sistema de medición de audiencias obsoleto e impreciso.