Este verano se emite en Telecinco la tercera temporada, por decirlo de alguna manera, de ‘Hable con Ellas’. El espacio ha vuelto con algunos cambios. El regreso del formato no ha funcionado como la cadena esperaba, el primer programa no pasó del 11,1% de share, y no parece que vayan a hacer mucho más en las próximas entregas. Aquí van cinco razones:
Fichajes insulsos
La que lleva la batuta sigue siendo Sandra Barneda, que de algún modo no puede rechazar nada de lo que le ofrece Mediaset, sino no entiendo que esté en todas las salsas, no importa que sea en formatos relacionados con la actualidad, política, entretenimiento o sustituciones varias. La otra chica que continúa en ‘Hable con Ellas’ es Rociíto, que por lo visto tiene una deuda que pagar y por eso no duda en seguir en el programa que le relanzó a primera fila.
Los tres nuevos fichajes no tienen mucho que aportar, tal vez la que más pueda sorprender sea Monica Martínez, que estamos más acostumbrados a verla encorsetada y leyendo cue. Las otras dos son grandes desconocidas para el gran público, Alba Carrillo es una asidua a revistas del corazón por la relación que mantuvo con el tenista Feliciano López, ¡ah! También salió en el ‘Supermodelo’ de Cuatro. Y por último, el personaje Soledad León de Salazar, por primera vez un ser ficticio ocupa el sofá de ‘Hable con Ellas’, dando un contrapunto de humor, se supone…
Las nuevas presentadoras de ‘Hable con ellas’Cinco perfiles similares
En anteriores ediciones podía destacar el descaro de alguna que otra presentadora, algo que no parece que vaya a ocurrir en esta ocasión. Todas se toman demasiado en serio el programa, incluso Soledad que está ahí para darle vida al asunto, sin conseguirlo. Beatriz Montañez o Yolanda Ramos plantaban cara sin miedo a los invitados que decían algo con lo que no estaban de acuerdo. No veo con personalidad suficiente a ninguna de las cinco para hacer algo así.
Invitados flojos en ‘Hable con ellas’
Teniendo como referencia el único programa que se ha emitido hasta la fecha, los invitados no tienen ningún interés. Para empezar, ellas mismas han actuado de invitadas a la par de presentadoras, una fórmula cutre que ya vemos que funciona en ‘Sálvame’ por tratarse de personajes que llenan la pantalla cuatro horas al día, no como en el caso de Rocío Carrasco o Alba Carrillo. La primera no contó absolutamente nada nuevo, y abrir la temporada con esa entrevista a medio gas fue el primer error; la segunda no llega a tener el interés que esperan que tenga, la ficharon pensando que sería un bombazo por sus declaraciones, pero con un Deluxe bien pagado habría bastado.
Además, el programa ahora se emite en prime-time, aunque de seguir así no creo que tarden en trasladarlo a su franja de origen. Otra de las invitadas, Lara Álvarez, no apareció hasta la medianoche, y teniendo en cuenta que ocupaban el horario de ‘Supervivientes’, deberían haber contado con la misma Lara, o algún concursante polémico de la última edición, para abrir temporada, y así garantizarse al público del debate.
Manida retroalimentación
En Telecinco tienen la costumbre de explotar un mismo tema en toda la parrilla, y terminar convirtiendo todos los programas de la cadena en una especie de ‘Sálvame’. No iba a ser menos en este caso, y ya han dado bombo a ‘Hable con Ellas’ en otros espacios de la misma productora.
Por otra parte, el programa ahora es grabado, ya no tienen esos deslices del directo que se repetían sin cesar, pero también han quitado frescura al formato con un montaje más forzado. Lo bueno es que ya no recurrirán a la horrible improvisación de la que no sabía salir ninguna de las chicas, a excepción de la resolutiva Sandra Barneda.
Los travestis ya no hacen gracia
Todavía me pregunto quién habrá sido el lumbreras que ha decidido colocar en el quinteto de presentadoras a un hombre disfrazado de mujer. Si pretendían hacer gracia que sepan que eso pasó de moda, al menos como espectáculo televisivo, en la época de los 90. Solo falta que reaparezca Bertín con Arévalo haciendo chistes sobre el personaje en cuestión. Soledad León de Salazar debe ser “amiga” de alguno de los directores de ‘Sálvame’, sino no comprendo que ocupe un espacio en ese desgastado sofá.