Aprovechar las oportunidades, buscar su hueco y reinventarse emprendiendo después de su salto a la fama. Algunos rostros conocidos han sabido sacar el máximo partido a sus carreras y a sus vidas tras sus respectivos “minutos” de gloria.
Y es que muy pocos consiguen una fama duradera (casos aparte como Bisbal, Chenoa, Bustamante, Kiko Hernández… que tras su experiencia televisiva lograron mantener sus niveles de popularidad y, además de seguir trabajando en sus respectivos campos profesionales, son rostros habituales, junto con influencers del mundo de la moda, en los medios de comunicación.
Pero, que muy pocos se mantengan en el nivel más alto de popularidad, no significa que muchos otros no hayan encontrado un camino profesional exitoso, en muchos casos gracias a su carácter emprendedor.
Uno de los ejemplos más recientes es Nerea, concursante de Operación Triunfo 2017. Cantante, compositora, actriz y actriz de doblaje, Nerea no ha parado de trabajar desde su salida del talent show. Nada frena a la emprendedora Nerea Rodríguez de OT: está en plena gira con la obra de teatro ‘La llamada’, que recorrerá buena parte de la geografía española durante los próximos meses; ha participado en el doblaje de dos películas de animación “Uggly dolls” y “Terra Willy” que se han estrenado recientemente; se metió en la piel de Jasmine para interpretar una actualización del clásico Aladdin en Barcelona y tampoco descuida su carrera musical, con su segundo single ‘Tu segunda opción’ y trabajando en su disco.
Amaia, Ana Guerra o Aitana son ejemplos también de cómo han aprovechado su paso por la Academia para empezar sus respectivas carreras musicales y mantenerse activas en un sector tan complicado.
Y de la música a las cocinas. Masterchef ha sido un buen trampolín para algunos de sus aspirantes. Desde la primera edición los concursantes más emprendedores han logrado poner en marcha diferentes negocios relacionados con los fogones. Por ejemplo Efrén Álvarez, de Masterchef 1, que tras su paso por el restaurante de Jordi Cruz creó, junto con un socio en 2014, Wetaca, una empresa de comida casera a domicilio que ofrece menú completo para toda la semana.
También ha encontrado su hueco la ganadora de Masterchef 2, Vicky. En su caso amplió su formación en Le Cordón Bleu y en el restaurante El Bohío, de Pepe Rodríguez. Y después puso en marcha su empresa de catering, Vicky Pulgarín, en la que ofrece comida mallorquina, mediterránea e internacional.
En otro sector, el de la danza, nos encontramos con el caso de Susana Romero, finalista de Fama a Bailar. Fundó su compañía de Danza llama RITMO, en la que da clases a niños y adolescentes y recorre numerosas ciudades con sus espectáculos de baile con coreografías diseñadas por ella misma.
Si nos remontamos un poco más atrás en tiempo no podemos olvidar a los concursantes de la primera edición Gran Hermano. Iván Armesto, finalista del reality, se especializó en el terreno de la figuración. Tras probar suerte en la hostelería, el asturiano se dio cuenta de que a él le llamaba más la atención el cine y la televisión. Y con la película ‘El orfanato’ le llegó la oportunidad que esperaba. Fue el encargado de la figuración de la cinta de Juan Antonio Bayona y, desde entonces, no ha parado de trabajar en este sector.
Y en un camino muy diferente encontró su oportunidad otra “gran hermana”, Silvia, de GH1. Silvia Casado retomó su carrera de peluquera y después se especializó en estilismo de novias, convirtiéndose en una empresaria de éxito en Málaga. Disfruta de los viajes con sus hijos y disfruta de su profesión, que nada tiene que ver con su paso por la casa de Guadalix.
Y es que la televisión y el mundo del cine ofrecen a muchos oportunidades increíbles para triunfar en este sector pero, en ocasiones, también supone un interesante trampolín para emprender nuevos proyectos aprovechando la popularidad conseguida.